Amor sin Etiquetas



Había una vez un niño llamado Felipe, quien vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas y árboles frondosos.

Felipe era un niño muy especial, ya que tenía la capacidad de ver y hablar con presencias, seres mágicos invisibles para los demás. Un día, mientras caminaba por el bosque, Felipe se encontró con una presencia llamada Cz. Era una criatura luminosa y hermosa que parecía flotar en el aire.

Desde ese momento, Felipe quedó cautivado por la ternura y amabilidad de Cz. Pero a medida que pasaban los días, Felipe también comenzó a sentir algo diferente cuando veía a su amigo Valen Bono. Valen era un chico del pueblo con quien compartía juegos y risas.

Aunque sabía que Valen era hombre al igual que él, no podía evitar sentir mariposas en el estómago cada vez que lo veía. Felipe estaba confundido porque nunca antes había sentido algo así hacia otro chico.

No sabía qué hacer o cómo manejar sus sentimientos encontrados hacia Cz y Valen Bono. Decidió buscar consejo con su abuelo Don Tito, quien siempre tenía las respuestas para todo. Don Tito escuchó atentamente las preocupaciones de Felipe y le sonrió comprensivamente.

"Querido Felipe", empezó a decir Don Tito,"el amor es algo hermoso y puede aparecer en diferentes formas e intensidades". Felipe asintió sin entender completamente lo que su abuelo quería decirle.

"Cuando alguien nos hace sentir especial o nos llena de alegría solo con estar cerca de ellos, eso es amor", continuó Don Tito. "No importa si es una presencia como Cz o un amigo como Valen Bono, lo importante es que te haga sentir feliz y completo".

Felipe reflexionó sobre las palabras de su abuelo. Entendió que no había nada malo en sentir amor por diferentes personas, ya sean presencias o amigos. Decidió hablar con Cz primero.

Le contó cómo se sentía y lo mucho que valoraba su amistad. Para sorpresa de Felipe, Cz sonrió y le dijo que el amor también puede existir entre seres mágicos y humanos. "El amor no tiene límites ni fronteras", dijo Cz.

"Es un sentimiento puro que puede florecer en los corazones más inesperados". Luego, Felipe reunió todo su coraje y habló con Valen Bono. Le explicó sus sentimientos confusos pero sinceros hacia él y esperó ansioso su respuesta.

Valen Bono escuchó atentamente a Felipe y le dio una gran sonrisa. "Felipe, eres mi amigo especial", dijo Valen Bono. "Tu amistad significa mucho para mí, independientemente de nuestros géneros o cómo nos sintamos el uno por el otro".

Felipe se sintió aliviado al saber que tanto Cz como Valen aceptaban sus sentimientos sin juzgarlo. A partir de ese día, Felipe siguió disfrutando de la compañía de Cz y Valen Bono sin preocuparse por las etiquetas o las normas impuestas por otros.

Aprendió que el amor es único para cada persona y puede manifestarse en diferentes formas. Y así fue como Felipe descubrió la importancia de aceptarse a sí mismo tal como era y de valorar el amor en todas sus formas.

Aprendió que no hay nada malo en sentirse atraído por diferentes personas, siempre y cuando se respete y se valore la amistad y el cariño.

El pequeño pueblo rodeado de montañas siguió siendo un lugar lleno de magia, donde las presencias coexistían con los humanos en armonía. Felipe siguió disfrutando de la compañía de Cz y Valen Bono, sabiendo que su corazón estaba lleno de amor sin importar a quién perteneciera.

FIN.

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