Amor sin fronteras


Había una vez una pequeña y valiente niña llamada Sabrina. Vivía en un hermoso pueblo rodeado de montañas y prados verdes. Sabrina era curiosa por naturaleza, siempre buscando aprender cosas nuevas y descubrir el mundo que la rodeaba.

Un día, mientras paseaba por el parque, conoció a un chico llamado Tomás. Ambos se hicieron amigos al instante y disfrutaban pasar tiempo juntos compartiendo risas y aventuras.

A medida que su amistad crecía, Sabrina comenzó a sentir algo especial hacia Tomás. Una tarde soleada, mientras estaban sentados en el banco del parque, Sabrina decidió compartir sus sentimientos con él.

Con nerviosismo en su voz, le dijo: "-Tomás, me gusta mucho estar contigo y siento que hay algo más entre nosotros". Tomás sonrió dulcemente y respondió: "-Sabrina, también siento lo mismo. Eres una persona maravillosa y me alegra poder compartir momentos especiales contigo". A partir de ese momento, Sabrina y Tomás comenzaron a salir como novios.

Disfrutaban de largos paseos por el campo, conversaciones sinceras bajo las estrellas e innumerables risas juntos. Pero Sabrina empezó a notar que sus amigos mayores hablaban sobre hacer "el amor" cuando se encontraban enamorados.

No entendía muy bien qué significaba eso exactamente, pero sabía que tenía algo que ver con ser íntimos físicamente.

Un día, mientras investigaba en la biblioteca del pueblo para encontrar respuestas a sus dudas sobre "el amor", encontró un libro mágico titulado "El verdadero amor". El libro estaba lleno de historias y enseñanzas sobre el amor en todas sus formas. Sabrina se sentó en un rincón acogedor de la biblioteca y comenzó a leer.

A medida que avanzaba en las páginas, aprendió que el amor no solo se trata de lo físico, sino también de la conexión emocional y el respeto mutuo. Con su nuevo conocimiento en mente, Sabrina decidió hablar con Tomás sobre sus dudas.

Se reunieron en su lugar especial junto al lago y Sabrina le dijo: "-Tomás, he estado pensando mucho sobre nuestras emociones y cómo queremos expresar nuestro amor".

Tomás escuchó atentamente y respondió: "-Sabrina, creo que es importante ir paso a paso y respetar nuestros límites personales. No hay prisa para hacer algo si no nos sentimos cómodos". Sabrina sonrió aliviada al escuchar las palabras de Tomás. Juntos decidieron que seguirían construyendo su relación basada en el cariño, la confianza y la comunicación abierta.

A medida que pasaban los meses, Sabrina descubrió otros aspectos del verdadero amor como cuidar del otro cuando está enfermo o apoyarlo en momentos difíciles.

Comprendió que ser íntimo era solo una parte del vínculo profundo que compartía con Tomás. Con el tiempo, Sabrina y Tomás crearon una relación sólida basada en valores importantes como el respeto mutuo, la amistad verdadera y el apoyo incondicional. Aprendieron juntos a ser pacientes e ir construyendo su historia poco a poco.

Y así fue como Sabrina descubrió que "el amor" no se trata solo de hacer cosas físicas, sino de cuidar y respetar a la persona amada en todos los aspectos de la vida.

Ella se convirtió en una joven sabia que entendía que el verdadero amor es un viaje lleno de aprendizajes y crecimiento mutuo. Y vivieron felices, construyendo su historia basada en el amor verdadero y duradero.

Dirección del Cuentito copiada!