Ana, la anguila bailarina



Había una vez en el fondo del océano, una anguila llamada Ana. Ana no era una anguila común: ¡era una talentosa bailarina! Cada vez que movía su cuerpecito ágilmente al compás de la música de las olas, llenaba de alegría a todos los que la rodeaban. Sin embargo, había un problemita. Cada vez que Ana bailaba, al tocar a sus amigos peces, les daba una corriente eléctrica que los dejaba un poco aturdidos.

Un día, mientras Ana ensayaba un nuevo paso de baile, varios peces se acercaron nadando muy despacito.

"Ana, queremos hablar contigo", dijo un pez payaso un poco temeroso. "Amamos tus bailes, pero necesitamos que encuentres una solución. Cuando nos tocas, nos sentimos... ¡difusos!"

Ana se detuvo en seco, preocupada por lo que había oído. "No quiero que se sientan así. Quiero que todos disfruten de mi baile", exclamó. Así que, decidida, decidió buscar ayuda.

Nadó a donde siempre iba, a casa de la sabia tortuga Tuyú. Ella era conocida por su conocimiento de todas las plantas y pociones del océano.

"Tuyú, ¿cómo puedo bailar sin darle corriente a mis amigos?", preguntó Ana.

"Necesitamos crear una crema que neutralice la corriente", dijo Tuyú mientras pensaba. "Pero para eso necesitaremos un pelo de foca".

Ana se sintió más confundida que nunca. "¿Dónde puedo encontrar a una foca? !", preguntó desesperada.

Las focas eran conocidas por ser un poco desconfiadas y les encantaba jugar en la superficie. Ana decidió nadar hacia una isla cercana donde solían ir a tomar el sol.

Cuando llegó, vio a un grupo de focas jugando sobre las rocas. Se acercó y, nerviosa, les explicó su situación.

"Hola, amigas focas. Soy Ana, la anguila bailarina. Necesito un pelo de foca para hacer una crema y poder seguir bailando sin causarles molestias a mis amigos los peces. ¿Podrían ayudarme?"

Las focas se miraron entre sí y comenzaron a reír.

"¿Por qué queremos ayudar a una anguila? ¿Qué nos darás a cambio?", preguntó una foca llamada Lila, que siempre estaba dispuesta a jugar.

Ana sonrió y dijo: "Podría enseñarles a bailar. ¡Mis pasos son muy divertidos!"

Las focas se quedaron pensativas. "Baile, eh? Eso suena interesante, pero... aún así, queremos pensarlo. ¿Qué tal si nos muestras un poco primero?"

Ana, emocionada, comenzó a bailar, moviendo su cuerpo con gracia y energía. Las focas, al principio escépticas, terminaron saltando y divirtiéndose al ritmo de la música del océano.

"¡Eso está genial!", gritaron entusiasmadas. "Pero, ¿podrías enseñarnos a hacer eso tú también?"

Ana asintió feliz. "¡Por supuesto! Pero primero, necesito el pelo."

Después de un rato de baile y risas, las focas decidieron que valdría la pena ayudar a Ana. Lograron extraer un pelo de las focas más juguetonas y se lo dieron a Ana.

"Estamos listas para aprender, ahora!", dijo Lila, mientras reía a carcajadas antes de saltar de nuevo.

Ana se sintió muy agradecida. Regresó con Tuyú y juntas comenzaron a mezclar ingredientes marinos con el pelo de foca. Después de un rato, lograron crear una crema muy especial.

"Listo, ahora pruébala mientras bailas", dijo Tuyú.

Ana aplicó la crema en su piel y comenzó a bailar de nuevo. Esta vez, al tocar a los peces, no hubo corriente, solo risas y alegría.

Rápidamente, todos los peces comenzaron a bailar también.

"¡Ana, esto es maravilloso!", gritaron.

Y así fue como Ana, la anguila bailarina, logró encontrar una solución a su problema, y al mismo tiempo, enseñó a sus amigos las maravillas de bailar juntos. Las focas también aprendieron a bailar y, al final, se realizaron grandes fiestas en el océano, donde todos se divertían y no había nada que temer.

Ana continuó bailando, pero ahora lo hacía sabiendo que todos sus amigos podían disfrutarlo junto a ella. Y así, el océano se llenó de alegría y risas, gracias a la valentía y creatividad de Ana. Y cada vez que empezaba a bailar, ¡todos sabían que era una fiesta en el agua!

Y como siempre, al ritmo de las olas, la diversión no tenía fin. Cada pez, cada foca y cada criatura marina disfrutaba del arte del baile, aprendiendo además lo importante que es ayudar a los amigos.

FIN.

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