Ana, la jirafa que aprendió a ser grande



En el zoológico de la ciudad, Ana, una pequeña jirafa, era el centro de atención de todos los niños. La adoraban y le regalaban dulces, pero lo que parecía un gesto amable estaba provocando un problema.

Ana dejó de comer las verduras y la leche que su madre jirafa le brindaba, y en cambio se deleitaba con los dulces. Pronto, Ana notó que no crecía tanto como sus hermanos y se sentía triste.

En el zoológico, sus hermanos se burlaban de ella porque no alcanzaba el árbol más rico. Un día, Ana se encontró con un sabio búho en el bosque cercano, quien le contó una historia sobre una jirafa valiente que enfrentó desafíos para ser grande y fuerte.

Inspirada por el relato, Ana decidió cambiar su dieta y comenzó a comer las verduras y a beber la leche de su madre. Con el tiempo, Ana creció sana y fuerte, superando a sus hermanos en altura.

La lección que aprendió fue que la verdadera grandeza viene de cuidar nuestro cuerpo y nuestra salud.

Desde ese día, Ana se convirtió en ejemplo para todos en el zoológico, enseñando a los niños la importancia de llevar una alimentación saludable y la valentía de superar los desafíos.

FIN.

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