Ana va de excursión a la playa

Ana estaba muy emocionada porque su escuela iba a realizar una excursión a la playa. Había escuchado muchas historias sobre el mar y la arena, y estaba ansiosa por experimentarlo por sí misma.

El día de la excursión, Ana se levantó temprano, se puso su traje de baño y sus sandalias, y se aseguró de llevar protector solar, una toalla y algo de comida. Cuando llegaron a la playa, Ana se quedó boquiabierta al ver el inmenso mar extendiéndose frente a ella.

- ¡Wow, es enorme! -exclamó Ana, maravillada.

Los maestros organizaron actividades para los niños, como juegos en la arena y natación en el mar. Ana se unió a sus amigos y pronto estaban construyendo castillos de arena y saltando las olas. Todo era tan divertido que Ana se olvidó de la hora. Cuando el sol comenzó a ponerse, los maestros reunieron a los niños para regresar a casa.

- Ya es hora de irnos, Ana. ¿Te divertiste? -preguntó su maestra.

- Sí, fue increíble. Quiero volver pronto -respondió Ana con una gran sonrisa.

En el camino de regreso a casa, Ana miraba por la ventanilla del ómnibus, recordando cada momento especial que había vivido en la playa. Decidió que, en su próximo viaje, llevaría una bolsa para recoger basura y ayudar a mantener la playa limpia.

Desde ese día, Ana siguió recordando su maravillosa excursión a la playa, y aprendió a valorar la importancia de cuidar el medio ambiente. Cada vez que veía una bolsa de residuos, recordaba la belleza del mar y se esforzaba por mantenerlo limpio.