Ana y el misterio del río


En un pequeño pueblo, Tomás disfrutaba de un día soleado cuando vio a una niña nueva llamada Ana.

Ella parecía muy triste, y al acercarse, le contó que venía de un lugar donde el ambiente no se cuidaba, y el río se había secado. Tomás se sorprendió y decidió ayudar a Ana. Juntos, investigaron y descubrieron que el río estaba bloqueado por la basura.

Organizaron a los habitantes del pueblo y, con esfuerzo y trabajo en equipo, lograron limpiar el río. El agua volvió a fluir, los árboles reverdecieron y los animales regresaron. Ana se llenó de alegría al ver la transformación.

Desde ese día, Ana y Tomás enseñaron a todos la importancia de cuidar el medio ambiente, y el pueblo se convirtió en un lugar más limpio y saludable.

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