Ana y la aventura acuática
Había una vez una niña llamada Ana, a quien le encantaba jugar en el parque, pintar con colores brillantes y correr detrás de las mariposas. Pero lo que más detestaba era bañarse.
Cada vez que llegaba la hora del baño, Ana ponía caras largas y se escondía debajo de la cama para evitar mojarse. Sus papás intentaban convencerla con juguetes divertidos, música alegre y burbujas de jabón, pero nada parecía funcionar.
Ana seguía empecinada en no querer entrar en la bañera. Un día, mientras Ana jugaba en su habitación, escuchó risas provenientes del baño. Se acercó sigilosamente y vio a sus papás haciendo pompas de jabón y cantando canciones graciosas.
La escena le pareció tan divertida que decidió acercarse un poco más. "¡Ana! ¡Qué bueno que viniste! Estamos esperándote para jugar juntos en el agua", dijo su mamá con una sonrisa. "Sí, hija.
Vení a ver todas las cosas geniales que podemos hacer en el baño", agregó su papá entusiasmado. Ana se sintió intrigada por la propuesta de sus papás y decidió darles una oportunidad. Lentamente se acercó a la bañera y tocó el agua con los dedos.
Para su sorpresa, estaba tibia y tenía un olor delicioso a flores. "¿Quieren jugar conmigo?", preguntó Ana tímidamente. "¡Claro que sí! Vamos a hacer carreras de patitos de goma", respondió su mamá emocionada.
Así comenzaron a jugar los tres juntos en el agua. Ana descubrió lo divertido que podía ser chapotear, hacer remolinos con las manos y crear castillos de espuma. Se reían tanto que parecía que el tiempo se había detenido solo para ellos.
De repente, Ana notó algo extraño: ya no le molestaba estar mojada como antes. De hecho, se sentía liviana y feliz dentro del agua caliente junto a sus papás.
"¡Gracias por enseñarme lo divertido que puede ser bañarse!", exclamó Ana abrazando a sus papás con fuerza. Desde ese día, bañarse se convirtió en uno de los momentos favoritos de Ana.
Ya no huía al momento del baño; al contrario, lo esperaba ansiosa para seguir explorando nuevas aventuras bajo el agua junto a quienes más quería en este mundo: sus papás.
FIN.