Analía y la lección de la bruja del bosque
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Verdeazul, una niña llamada Analía. Ella era una niña muy traviesa y rebelde, siempre haciendo travesuras y desobedeciendo a sus padres.
Un día, mientras jugaba en el bosque, se encontró con una bruja muy amable que vivía en una pequeña casa rodeada de árboles.
La bruja, llamada Rosalía, le dijo a Analía: 'Niña traviesa, ¿por qué no escuchas a tus padres y te portas bien? Te enseñaré cómo ser una niña buena y cuidadosa.' Analía al principio estaba asustada, pero la curiosidad ganó y decidió seguir a la bruja. Rosalía la llevó a un claro en el bosque donde había caballos y otros animales.
'Aquí aprenderás a cuidar y respetar a los animales', le dijo la bruja. Analía se sorprendió al ver la belleza de los caballos y la ternura de los animales del bosque.
La bruja pasó días enseñándole a Analía la importancia de comportarse bien, respetar a los demás y cuidar de los seres vivos. Con el tiempo, Analía empezó a cambiar, se volvió más amable y atenta, y empezó a entender la importancia de escuchar a sus padres.
La bruja Rosalía se convirtió en su amiga y juntas paseaban por el bosque cuidando de los animales. Analía se convirtió en una niña ejemplar, enseñando a otros niños la importancia de ser buenos con el bosque y sus habitantes.
Y así, la niña rebelde se transformó en una niña amorosa y preocupada por su entorno, gracias a la lección de la bruja del bosque.
FIN.