Ander Tiene 2 Mamás



En un pequeño barrio de Buenos Aires vivía un niño llamado Ander. Ander era un niño curioso, siempre lleno de energía y con una sonrisa contagiosa. Pero, lo que lo hacía único era que tenía dos mamás: María y Paula. Ambas lo querían mucho y siempre estaban ahí para apoyarlo en sus aventuras.

Un día, en la escuela, la maestra hizo una actividad sobre las familias. "Hoy vamos a dibujar a nuestras familias", dijo la maestra, entusiasmada. "¡Yo tengo dos mamás!" exclamó Ander con orgullo. Sus compañeros lo miraron con curiosidad.

Uno de los chicos, Tomás, se acercó y le preguntó, "¿Cómo es eso?" Ander pensó un momento y con una sonrisa respondió, "Es simple, tengo a mamá María que hace las mejores empanadas y a mamá Paula que siempre me ayuda a dar clases de baile. ¡Es genial!"

Tomás frunció el ceño. "Pero, ¿cuál es tu mamá de verdad?". Ander se sintió un poco confundido y triste, pero decidió explicarle. "Todas las mamás son de verdad. María y Paula me cuidan, me aman y me ayudan siempre, como cualquier mamá. La familia puede ser diferente, y eso está bien".

Al día siguiente, en el recreo, Ander notó que Tomás estaba jugando con un grupo de niños. Decidió acercarse y decir, "¿Te gustaría venir a casa a jugar conmigo? Mis mamás tienen un juego nuevo que podemos probar". Tomás se sorprendió, pero, "No sé", dudó.

En ese momento, una de las mamás de Tomás, que había llegado a la escuela, se acercó y le dijo, "¡Claro que sí, Tomás! Es importante jugar y conocer a otros amigos". Así fue como Tomás aceptó la invitación de Ander.

Cuando llegaron a la casa de Ander, las dos mamás los recibieron con una gran sonrisa. "Hola chicos, ¿listos para jugar?" preguntó María. Paula agregó, "También tenemos unas ricas galletitas para ustedes después!". Tomás sintió que ese lugar era mágico, lleno de alegría y risas.

Mientras jugaban, Tomás empezó a notar lo especial que era la familia de Ander. "Oye, Ander, tus mamás son geniales. Hacen todo para que te diviertas", comentó. "Sí, y me hacen sentir muy querido", respondió Ander. Tomás sonrió y se dio cuenta de que, independientemente de cómo fuera una familia, lo importante era el amor que había en ella.

Días después, en la escuela, hubo una feria de familias donde todos debían presentar a sus familiares. Cuando fue el turno de Ander, se sintió algo nervioso, pero recordó la alegría del último encuentro con Tomás. Subió al escenario y dijo: "Hola a todos, yo soy Ander y tengo dos mamás: María y Paula. Ellas son mis heroínas".

La audiencia aplaudió y las mamás se miraron emocionadas. Liliana, la maestra, le dio la palabra para que hablara un poco sobre su familia. "Les quiero contar que todas las familias son diferentes. Lo importante es que haya amor y respeto. ¡Las diferencias nos hacen únicos!". A continuación, se unió Tomás al escenario y dijo: "¡Yo quiero tener una familia así!".

La feria fue un éxito. Todos los niños aprendieron que había distintas formas de amar y ser amado. Las mamás de Ander, María y Paula, fueron felicitadas por su dedicación y amor.

Desde ese día, Ander no solo se sintió más confiado, sino que también ayudó a otros a entender que cada familia es especial a su manera. Y así, todos en la escuela aprendieron a celebrar las diferencias.

AL AL, incluso Tomás se volvió uno de sus mejores amigos, y juntos formaron una hermosa amistad llena de risas y aventuras.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!