Ander y su gran logro



Ander era un niño muy alegre e inteligente. Le encantaba jugar, aprender cosas nuevas y pasar tiempo con sus papás y maestras. Un día, Ander decidió que quería aprender a ir al baño como los niños grandes. Sus papás le explicaron cómo hacerlo y le dijeron que estaban muy orgullosos de él por querer aprender. Ander se puso muy contento y decidió que haría su mejor esfuerzo.

En la escuela, las maestras de Ander le tenían mucha paciencia y cariño. Le enseñaban paso a paso cómo debía proceder y le recordaban que no tenía que tener miedo, porque aprender cosas nuevas es parte de crecer. Ander escuchaba con atención y cada día se sentía un poquito más seguro.

Una semana después de haber comenzado su aprendizaje, Ander dio un gran paso. Estaba jugando en el patio de la escuela cuando de repente sintió que necesitaba ir al baño. En ese momento, recordó todo lo que sus papás y maestras le habían enseñado: cómo bajar los pantalones, sentarse en el inodoro y lavarse las manos. Respiró hondo, se armó de valor y fue corriendo al baño. ¡Lo logró! Ander se sentía muy orgulloso de sí mismo.

Cuando volvió al patio, sus maestras lo recibieron con una gran sonrisa y aplaudieron su logro. Ander les contó emocionado lo que había hecho y todos lo felicitaron. Desde ese día, Ander siguió aprendiendo y cada vez se sentía más seguro y contento de ser un niño grande.

Ander aprendió que con paciencia, amor y determinación, podía lograr lo que se proponía. Sus papás y maestras lo apoyaron en este nuevo logro, y él estaba muy agradecido. Ander comprendió que aprender cosas nuevas era parte de crecer, y que siempre habría gente que lo acompañaría en el camino. Y, así, Ander siguió creciendo y disfrutando de cada paso que daba en su camino de aprendizaje.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!