Andrés, el amante de gatos
Andrés era un niño cariñoso y divertido que vivía en una pequeña casa en el campo. Desde que era muy chico, había sentido una gran afinidad hacia los gatos. Siempre les ponía comida, los acariciaba y pasaba horas jugando con ellos. Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, encontró a un gatito abandonado. El pobre animalito estaba asustado y hambriento. Sin dudarlo, Andrés lo llevó a su casa y le dio un lugar cómodo para dormir y comida deliciosa. Desde ese momento, el gatito, al que llamó Pelusa, se convirtió en su inseparable compañero.
Andrés y Pelusa vivían aventuras increíbles juntos. Exploraban el bosque, jugaban a las escondidas, e incluso ayudaban a los demás animales que necesitaban su ayuda. Un día, mientras caminaban cerca del río, escucharon maullidos desesperados provenientes de un árbol. Al acercarse, descubrieron a un gatito atrapado en una rama alta. Andrés, con valentía, trepó el árbol y rescató al pequeño gatito. Desde ese día, el gatito, al que llamaron Rayito, se unió a su pequeña familia.
Con el tiempo, la noticia sobre las buenas acciones de Andrés y su amor por los gatos se extendió por todo el pueblo. La gente empezó a acudir a él en busca de ayuda para rescatar y cuidar gatos abandonados. Andrés, con el apoyo de sus padres y la ayuda de su fiel Pelusa y Rayito, creó un refugio para gatos donde podían recibir amor, cuidados y encontrar un nuevo hogar.
Desde entonces, Andrés se convirtió en un ejemplo de bondad y amor por los animales. Su historia inspiró a otros a cuidar y respetar a los gatos y a todos los seres vivos. Y, aunque muchas personas le decían que era raro por dedicar tanto tiempo a los gatos, Andrés sabía que no había nada más maravilloso que ver a un gato feliz y sabía que era su misión en la vida.
Y así, cada vez que una personita se siente sola o triste y necesita de un amigo, Andrés y sus gatitos están ahí para dar amor y compañía.
FIN.