Andrés, el campeón de la superación

Andrés era un niño que acababa de cambiar de escuela. Estaba emocionado por hacer nuevos amigos, pero tenía un problema: le costaba mucho escribir. Las letras se le escapaban de las manos y su ortografía no era la mejor. A pesar de esto, Andrés era un apasionado del fútbol y la natación. Pasaba horas en la cancha o en la pileta, corriendo y nadando sin parar.

Un día, durante la hora de escritura en su nueva escuela, la maestra le pidió que escribiera una redacción sobre su deporte favorito. Andrés se sintió abrumado, no sabía por dónde empezar. Su compañero de banco, Martín, se dio cuenta de su frustración y se acercó para ayudarlo.

-Martín: ¡Hey, Andrés! ¿Necesitas ayuda con la redacción? Yo también soy fanático del fútbol, ¡podemos escribirla juntos!

Andrés aceptó la ayuda de Martín. Juntos, buscaron en la biblioteca palabras que describieran la emoción del fútbol, la sensación de marcar un gol, la alegría de ganar un partido. A medida que escribían, Andrés se dio cuenta de que no tenía que hacerlo solo. Sus ideas fluían y las palabras empezaron a tomar forma en el papel. Al final, terminaron la redacción y la entregaron a la maestra.

La maestra quedó impresionada con la redacción de Andrés y Martín. Les elogió por su trabajo en equipo y les recordó lo importante que es pedir ayuda cuando la necesitan. Ese día, Andrés entendió que no estaba solo en su dificultad para escribir, y que siempre podía contar con sus compañeros.

Desde entonces, Andrés practicaba la escritura con Martín, quien le ofrecía su ayuda y amistad. Poco a poco, su ortografía mejoró, y se sentía más seguro a la hora de plasmar sus pensamientos en papel. Además, sus habilidades deportivas no dejaron de crecer, convirtiéndose en una verdadera promesa en el fútbol y la natación.

Andrés aprendió que, incluso ante las dificultades, siempre hay alguien dispuesto a ayudar. Y que, con esfuerzo y apoyo, cualquier obstáculo puede superarse.