Andresito y el Sueño Perdido

Andresito era un niño lleno de energía y curiosidad. Siempre estaba saltando, corriendo y explorando el mundo que lo rodeaba. Pero lo que a Andresito no le gustaba para nada era dormir.

Siempre se resistía a cerrar los ojos y descansar, prefiriendo quedarse despierto hasta altas horas de la noche. Sus padres intentaron de todo para hacerlo dormir a una hora razonable, pero Andresito simplemente no quería.

Con el tiempo, empezaron a notar que Andresito no crecía como los demás niños de su edad. Su energía parecía estar agotándose, y su curiosidad ya no brillaba como antes. Un día, su abuelita le contó una historia mágica sobre el Sueño Perdido.

Según la leyenda, existía un lugar mágico donde todos los sueños perdidos iban a parar. Andresito, intrigado, decidió emprender un viaje en busca del Sueño Perdido para entender por qué no quería dormir.

En su travesía, conoció a personajes peculiares que lo ayudaron a comprender la importancia del descanso y los sueños para crecer sano y fuerte. Finalmente, Andresito encontró el Sueño Perdido y descubrió que estaba guardando todos sus sueños y energía reprimida.

Con la ayuda de la magia del lugar, Andresito aprendió a dormir placenteramente, permitiendo que sus sueños lo invadieran y le dieran la energía y vitalidad que necesitaba.

Al volver a su hogar, Andresito se convirtió en un niño lleno de vida, creciendo y aprendiendo cada día, siempre recordando la lección que el Sueño Perdido le enseñó.