Ángel y la mariposa mágica



Había una vez un niño llamado Ángel que vivía en el hermoso pueblo de Asturias. Ángel era un niño muy especial, pues tenía dos grandes pasiones en la vida: el hockey y la música.

Desde que era pequeño, Ángel tenía una habilidad innata para el deporte. Jugaba al hockey con mucha destreza y siempre se esforzaba por ser mejor cada día. Le encantaba correr por el campo, golpear la pelota con su stick y hacer goles espectaculares.

Pero además del hockey, a Ángel le apasionaba la música. Tocaba la trompeta como nadie más en su escuela y siempre encontraba tiempo para inventar canciones alegres y pegajosas.

Además, también le gustaba bailar al ritmo de sus propias melodías. Un día, mientras jugaba al hockey con sus amigos en el parque, Ángel notó que algo extraño ocurría. La pelota parecía moverse sola y los demás niños no podían controlarla. Todos estaban desconcertados.

- ¡Algo está pasando! -exclamó Ángel-. ¡Tenemos que descubrir qué es! Ángel decidió investigar por sí mismo y siguió a la misteriosa pelota hasta llegar a un viejo roble cerca del parque.

Ahí encontró a una pequeña mariposa azul posada sobre una rama. - Hola mariposa -saludó Ángel-. ¿Eres tú quien hace mover la pelota? La mariposa asintió con gracia y respondió:- Sí, soy yo quien hace eso. Pero necesito tu ayuda.

Ángel se sorprendió, pero estaba emocionado por la oportunidad de ayudar a una criatura mágica como aquella mariposa. - ¿En qué puedo ayudarte? -preguntó Ángel curioso. La mariposa explicó que había perdido su canto mágico y sin él no podía volar ni hacer mover la pelota.

Necesitaba encontrarlo lo antes posible para poder regresar al bosque encantado donde vivía. Ángel, con toda su determinación y amor por la música, se ofreció a ayudarla.

Juntos emprendieron un viaje lleno de aventuras en busca del canto mágico perdido. Recorrieron montañas, cruzaron ríos y exploraron cuevas oscuras en su búsqueda. En cada lugar que visitaban, Ángel tocaba su trompeta e inventaba canciones para animarse mutuamente.

Finalmente, después de mucho esfuerzo y perseverancia, encontraron el canto mágico en el fondo de un lago cristalino. La mariposa recuperó sus poderes y juntos volvieron al parque donde todo comenzó. La noticia sobre las increíbles hazañas de Ángel se extendió rápidamente por el pueblo.

Todos querían conocer al niño que había salvado a una mariposa y encontrado el canto mágico perdido. El alcalde del pueblo decidió organizar un gran concierto en honor a Ángel y le pidió que tocara su trompeta frente a todos los habitantes de Asturias.

Fue un espectáculo inolvidable lleno de música y alegría. Desde aquel día, Ángel se convirtió en un héroe local y su historia inspiró a muchos niños y niñas a seguir sus pasiones.

El hockey y la música se volvieron aún más populares en el pueblo, y Ángel siempre estaba dispuesto a enseñarles a los demás lo que había aprendido.

Y así, Ángel demostró al mundo que con amor, determinación y una buena dosis de música, todos podemos alcanzar nuestros sueños. Fin.

FIN.

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