Anne y su primer día de escuela



Era un hermoso día soleado cuando Anne se despertó. Era su primer día de escuela y estaba muy emocionada.

"Mamá, mamá, ¿cuántos amigos tendré?" - preguntó Anne con una gran sonrisa.

"No lo sé, mi amor, pero seguro que harás muchos amigos" - respondió su mamá.

Al llegar a la escuela, Anne vio a varios niños. Había uno con una pelota, otra niña con un libro y otro niño con una marioneta.

"¡Hola!" - dijo Anne tímidamente.

"Hola, soy Tomás, ¿quieres jugar con mi pelota?" - dijo el niño.

"¡Sí!" - respondió Anne.

Jugaron durante un buen rato. Luego, su maestra les propuso una actividad de conteo.

"¡Vamos a contar las flores del jardín!" - dijo la maestra.

"Yo veo una flor roja y dos amarillas!" - contó Anne.

"¡Yo veo tres violetas!" - agregó Tomás, sorprendido.

Mientras contaban, Anne se dio cuenta de que contar era divertido.

Por la tarde, Anne y sus nuevos amigos habían sumado a una niña con un dibujo, un niño con un trompo, y hasta un gato juguetón que se unió a la diversión.

"Mirá, contamos cinco amigos hoy!" - gritó Anne, viendo lo contentos que estaban.

"¡Sí! Y todos nos divertimos!" - respondió Tomás.

Al final del día, Anne volvió a casa feliz.

"Mamá, ¡hice muchos amigos y conté muchas cosas!" - le contó.

"¡Qué lindo! Entonces, ¿cuál es la lección de hoy?" - preguntó su mamá.

"Que contar y compartir es lo mejor!" - dijo Anne, sonriendo.

Moraleja: Contar y compartir alegrías nos hace felices.

FIN.

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