Anqasmayu y la montaña de la valentía

Anqasmayu era un niño andino que vivía en un pequeño pueblo en las montañas. Todos los días, al llegar a la escuela, un par de chicos mayores lo rodeaban y se burlaban de él. Le decían cosas hirientes y no lo dejaban tranquilo. Anqasmayu se sentía muy triste y asustado, pero no sabía cómo hacer para que eso dejara de suceder.

Un día, al regresar a casa, Anqasmayu decidió escapar de sus problemas subiendo la montaña que rodeaba su pueblo. Mientras caminaba, se encontró con un anciano sabio que vivía en una pequeña cabaña. El anciano le preguntó qué le sucedía, y Anqasmayu, con los ojos llenos de lágrimas, le contó todo. El anciano escuchó con atención y luego le dijo: -No puedes dejar que el miedo y la tristeza te controlen. Debes encontrar la valentía dentro de ti para enfrentar tus problemas.

Anqasmayu no entendía muy bien qué significaba eso, pero decidió quedarse con el anciano para aprender de él. Durante los siguientes días, el anciano le enseñó a Anqasmayu sobre la importancia de la valentía, la autoestima y la confianza en uno mismo. También le enseñó a practicar la paciencia y el respeto hacia los demás.

Armado con sus nuevas habilidades, Anqasmayu decidió regresar a la escuela y enfrentar a sus acosadores. Al día siguiente, cuando los chicos se acercaron a él, Anqasmayu recordó las palabras del anciano y les habló con calma y firmeza. Les explicó cómo se sentía y les pidió que lo dejaran en paz. Para su sorpresa, los acosadores se detuvieron y escucharon lo que tenía para decir. Poco a poco, Anqasmayu logró ganarse su respeto y cambió la actitud de aquellos chicos.

Desde entonces, Anqasmayu se convirtió en un ejemplo de valentía en su escuela. Ayudaba a otros niños que también sufrían bullying y les enseñaba lo que el anciano le había enseñado. Su valentía y determinación inspiraron a todos a tratar a los demás con respeto y empatía.