¡Aprender Jugando!
Había llegado el tan esperado primer día de clases en el colegio San Clemente, y Alegría estaba emocionada por comenzar este nuevo año escolar.
Se levantó temprano, se vistió con su uniforme impecable y desayunó con entusiasmo antes de salir de casa. Cuando llegó al colegio, Alegría se encontró con las tutoras de primaria y secundaria, la señorita Laura y la señorita Marta, respectivamente.
Ambas tenían una energía contagiosa y siempre buscaban maneras divertidas de enseñar a sus alumnos. La señorita Laura tenía preparada una dinámica para romper el hielo entre los estudiantes. Los colocó en círculo y les pidió que compartieran algo interesante sobre sí mismos.
- ¡Hola chicos! Para conocernos mejor, quiero que cada uno diga su nombre y algo especial que les gustaría compartir -dijo la señorita Laura. Uno a uno, los alumnos fueron presentándose. Algunos contaron historias graciosas sobre sus vacaciones, otros mencionaron sus pasatiempos favoritos.
Alegría decidió contarles a todos sobre su amor por el arte. - ¡Hola! Mi nombre es Alegría y me encanta dibujar. Puedo pasar horas creando hermosos paisajes en mi cuaderno -compartió sonriendo.
La dinámica continuó durante toda la mañana con diferentes actividades diseñadas para fomentar la amistad y el trabajo en equipo entre los estudiantes. La señorita Marta también había preparado una actividad especial para ellos: un juego de pistas por todo el colegio.
Los alumnos estaban divididos en equipos y debían resolver acertijos para encontrar las pistas escondidas. Alegría estaba emocionada por participar y se unió al equipo de su mejor amiga, Sofía. - ¡Vamos a ganar, Sofi! -dijo Alegría con determinación.
El juego de pistas los llevó a recorrer el colegio, desde la biblioteca hasta el laboratorio de ciencias. Cada pista resuelta les daba una alegría inmensa y los motivaba a seguir adelante.
Finalmente, el último acertijo los condujo al patio trasero del colegio, donde encontraron un tesoro lleno de golosinas y pequeños regalos para cada uno de los participantes. - ¡Lo logramos! ¡Somos los campeones del juego de pistas! -exclamó Alegría emocionada mientras abrazaba a Sofía.
La señorita Marta y la señorita Laura felicitaron a todos por su trabajo en equipo y su entusiasmo durante la actividad. Les recordaron que juntos podían lograr grandes cosas si se apoyaban mutuamente.
Ese primer día de clases fue tan divertido e inspirador que Alegría llegó a casa llena de historias para contarle a su familia. Estaba ansiosa por volver al colegio al día siguiente y seguir aprendiendo junto con sus compañeros. Desde ese momento, Alegría comprendió que aprender no tenía por qué ser aburrido o monótono.
Gracias a las dinámicas creativas propuestas por las tutoras del colegio San Clemente, descubrió que el conocimiento podía adquirirse también mediante juegos divertidos y actividades interactivas.
Y así, con una sonrisa en el rostro y un corazón lleno de alegría, Alegría comenzó su viaje educativo en el colegio San Clemente, sabiendo que cada día sería una nueva aventura llena de aprendizaje y diversión.
FIN.