Aprendiendo a cuidar nuestro hogar



En lo profundo del bosque, en un pequeño preescolar rodeado de árboles altos y cantos de pájaros, vivían los niños más curiosos y aventureros que jamás hayas conocido.

Un día, la maestra Clara les propuso una emocionante aventura: aprender a clasificar recursos naturales y materiales. Los niños estaban muy entusiasmados con la idea y se dispusieron a explorar el bosque en busca de diferentes elementos para clasificar.

-¡Vamos a buscar cosas que sean naturales! -exclamó Martín, un niño con grandes ojos curiosos. Así que comenzaron su búsqueda. Encontraron piedras, hojas secas, ramitas y flores silvestres. Todos esos elementos eran parte de los recursos naturales que encontraron en el bosque.

-¡Miren esto! ¡Es una piedra muy grande! -gritó Sofía mientras sostenía una roca entre sus manos. -¡Sí! Las piedras son recursos naturales porque vienen directamente de la tierra -explicó la maestra Clara con una sonrisa.

Luego de recolectar todos los recursos naturales que pudieron encontrar, decidieron regresar al aula para continuar con la actividad. Una vez allí, la maestra Clara les mostró varios objetos hechos por el hombre: juguetes de plástico, lápices, tazas y libros. Los niños observaron atentamente cada objeto antes de comenzar a clasificarlos.

-¿Esto es natural o hecho por el hombre? -preguntó Juan señalando un lápiz sobre la mesa. -Hecho por el hombre -respondió Valentina rápidamente. Los niños continuaron clasificando los objetos con entusiasmo.

Descubrieron que las cosas hechas por el hombre eran tan importantes como los recursos naturales, pero debían ser utilizadas con responsabilidad para cuidar el planeta. De repente, escucharon un ruido proveniente del patio del preescolar.

Al asomarse por la ventana vieron a un grupo de animales del bosque revoloteando alrededor de un basurero desbordado. -¡Tenemos que hacer algo! ¡Eso no está bien! -exclamó Tomás alarmado.

Los niños decidieron tomar cartones reciclados y pinturas para crear carteles informativos sobre cómo cuidar el medio ambiente y clasificar correctamente los residuos. Con mucho esfuerzo lograron limpiar el patio y colocar los carteles para concientizar a todos sobre la importancia de preservar nuestro hogar: La Tierra.

Al final del día, los niños se abrazaron felices sabiendo que habían aprendido algo valioso juntos: cómo identificar y valorar tanto los recursos naturales como los materiales creados por las personas. Y así prometieron seguir explorando y cuidando su entorno con amor y respeto.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!
1