Aprendiendo a cuidar nuestro hogar


Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Río Azul, un grupo de niños curiosos y valientes que amaban jugar a orillas del río que cruzaba su comunidad.

El río solía ser cristalino y lleno de vida, pero con el tiempo, la basura y la contaminación lo estaban convirtiendo en un lugar triste y sucio. Un día, los niños se dieron cuenta de que algo andaba mal.

Había latas flotando en el agua, bolsas de plástico atrapadas entre las ramas de los árboles y un olor desagradable invadía el aire. Decidieron tomar cartas en el asunto y buscaron al anciano del pueblo, Don Mateo, conocido por su sabiduría y amor por la naturaleza.

"Don Mateo, ¿qué podemos hacer para salvar nuestro querido río?" -preguntó Valentina, la más decidida del grupo. El anciano les sonrió con ternura y les contó una historia sobre el origen mágico del río.

Les dijo que cada vez que alguien arrojaba basura al agua, un trozo del corazón del río se rompía. Los niños sintieron una punzada en sus propios corazones al escuchar esto y supieron que debían actuar rápido.

Decidieron organizar una jornada de limpieza junto a toda la comunidad. Repartieron carteles por las calles, pusieron música alegre y repartieron guantes y bolsas para recolectar la basura. Pronto, personas de todas las edades se sumaron a la iniciativa.

Mientras limpiaban las riveras del río, los niños descubrieron que podían reutilizar muchas de las cosas que encontraban: botellas convertidas en macetas para plantas, neumáticos viejos transformados en columpios e incluso restos de madera utilizados para construir bancos junto al agua.

Al final del día, el río lucía más hermoso que nunca. El agua volvía a brillar bajo el sol y los pájaros revoloteaban felices en busca de peces. La comunidad entera celebró con un picnic frente al río limpio y renovado.

"Gracias por enseñarnos lo importante que es cuidar nuestro hogar", dijo Lucas emocionado mientras abrazaba a Don Mateo. Y así fue como los niños de Villa Río Azul demostraron que con amor, trabajo en equipo y conciencia ambiental se puede lograr grandes cambios.

Desde ese día en adelante, todos prometieron cuidar no solo su querido río sino todo el planeta tierra.

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