Aprendiendo a enfrentar la ansiedad



Valentina era una niña muy curiosa y valiente, a quien le encantaba vivir aventuras. Un día, su maestra le pidió que representara a su escuela en un concurso de matemáticas.

Valentina se sintió emocionada pero también nerviosa, ya que las matemáticas no eran su fuerte. Antes de tomar una decisión, recordó lo que su mamá le enseñó sobre manejar la ansiedad.

Se sentó en su habitación, cerró los ojos y practicó las técnicas de respiración profunda que había aprendido en yoga. Mientras inhalaba y exhalaba, se imaginaba en un lugar tranquilo. Después de unos minutos, se sentía mucho más calmada y lista para enfrentar el desafío.

En el concurso, Valentina se encontró con problemas difíciles, pero en lugar de entrar en pánico, recordó que era normal sentir ansiedad en situaciones nuevas. Se recordó a sí misma ser amable consigo misma y se elogió por su valentía al participar.

Con esta actitud positiva, logró resolver varios problemas y, aunque no ganó el concurso, se sintió orgullosa de sí misma. Desde ese día, Valentina comprendió que la ansiedad no era un obstáculo insuperable, sino una emoción normal que podía manejar con herramientas simples.

Se prometió a sí misma practicar la respiración profunda y la bondad hacia sí misma siempre que se enfrentara a una situación estresante.

FIN.

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