Aprendiendo a hacer un balero




En un hermoso pueblo llamado Villa Juguetería, vivía un hombre muy especial conocido como Don Juguete.

Él era famoso por crear los juguetes más maravillosos de toda la región, y siempre estaba dispuesto a compartir su amor por los juguetes con los niños. Un día, Don Juguete decidió organizar un taller especial en la escuela del pueblo. Quería enseñar a los niños a hacer su propio balero, un juguete tradicional que había fascinado a generaciones.

-¡Buenos días, chicos y chicas! ¡Hoy vamos a aprender a hacer un balero! -anunció Don Juguete con entusiasmo a los niños de la escuela. Los niños se emocionaron al ver al famoso juguetero en persona y escucharon con atención sus instrucciones.

-Primero, necesitaremos una bola de madera y un trozo de cuerda. ¿Alguien puede decirme dónde podemos encontrar estos materiales? -preguntó Don Juguete. Los niños levantaron la mano y ofrecieron ideas, y pronto supieron cómo conseguir todo lo que necesitaban.

Con la ayuda de Don Juguete, cada niño comenzó a trabajar en su propio balero.

Aprender a tallar la madera, hacer el agujero perfecto y atar la cuerda fue todo un desafío, pero con la paciencia y el aliento de Don Juguete, cada niño logró terminar su juguete. Al final del taller, los niños estaban encantados con sus nuevos baleros. Don Juguete les mostró cómo jugar con ellos y les animó a practicar para convertirse en expertos.

Los niños se despidieron con gratitud y emoción, contentos de haber aprendido a hacer un juguete tan especial.

Desde ese día, los baleros hechos a mano por los niños de Villa Juguetería se convirtieron en un tesoro en todo el pueblo, y Don Juguete siempre recordaba con cariño el taller que había compartido con ellos.

FIN.

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