Aprendiendo juntos
Había una vez en el bosque de la Patagonia un oso muy especial llamado Oso Pomposo. Este oso era conocido por su gran melena dorada y su actitud engreída, siempre creyéndose mejor que los demás animales del bosque.
Un día, mientras paseaba por el bosque, Oso Pomposo se encontró con Zorro Astuto, quien lo miraba con curiosidad. "-Hola, Oso Pomposo. ¿Por qué siempre te pavoneas tanto? -preguntó Zorro Astuto con una sonrisa burlona.
"-Porque soy el más guapo y fuerte de todo el bosque. Nadie puede igualarme -respondió Oso Pomposo con arrogancia.
Zorro Astuto decidió poner a prueba la actitud pomposa de Oso Pomposo y le propuso un desafío: una carrera hasta la cima de la montaña más alta del bosque. Oso Pomposo aceptó de inmediato, confiado en su velocidad y resistencia. La carrera comenzó y ambos animales corrieron tan rápido como pudieron.
Sin embargo, a mitad del camino, Oso Pomposo empezó a cansarse y a quedarse rezagado. Zorro Astuto, aprovechando la oportunidad, se detuvo y esperó a que Oso Pomposo lo alcanzara. "-¿Qué pasa, Oso Pomposo? ¿Dónde quedó tu rapidez ahora? -dijo Zorro Astuto entre risas.
Oso Pomposo se sintió avergonzado al darse cuenta de que no era tan superior como creía. Sin embargo, en lugar de rendirse, decidió seguir adelante con determinación. Con esfuerzo y valentía logró llegar a la cima de la montaña junto a Zorro Astuto.
Desde allí arriba, contemplaron juntos la belleza del bosque y disfrutaron de la vista panorámica. "-Tienes razón, Zorro Astuto. No siempre ser el más rápido o fuerte es lo más importante.
Lo importante es tener humildad y saber trabajar en equipo para lograr grandes cosas -dijo Oso Pomposo con sinceridad. Desde ese día, Oso Pomposo aprendió a valorar a los demás animales del bosque y a trabajar junto a ellos en armonía.
Dejó atrás su actitud pomposa para convertirse en un compañero leal y generoso para todos sus amigos del bosque. Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda ¡la humildad siempre nos hará mejores personas!
FIN.