Aprendiendo juntos sobre nuestro cuerpo
Había una vez una profesora llamada Laura, una mujer rubia de aspecto amable y siempre con cara de cansancio.
Todos los días llegaba al colegio con su campera de invierno, su bolso lleno de exámenes corregidos y un mapa enrollado bajo el brazo. A pesar del agotamiento, Laura siempre estaba feliz porque le encantaba enseñar a sus alumnos. Un día en particular, Laura llegó al colegio lista para dar su clase que tanto había preparado.
Sin embargo, al entrar al salón se dio cuenta de que todos los niños estaban reunidos en el patio central del colegio.
Se trataba de una asamblea sobre Educación Sexual Integral (ESI), algo muy importante pero que no estaba en sus planes para ese día. Laura se acercó a uno de los niños y le preguntó: "¿Por qué están todos aquí? ¿Qué está pasando?".
El niño le explicó emocionado: "¡Hoy tenemos una asamblea sobre ESI! Vamos a aprender cosas nuevas e importantes". La profesora se sintió un poco frustrada por no poder dar su clase planeada, pero decidió aprovechar la situación para aprender también junto a sus alumnos. Se acercó al grupo y se sentó entre ellos.
El director del colegio comenzó la asamblea explicando lo importante que era conocer nuestro cuerpo y entender cómo funciona. Hablaron sobre las diferencias entre hombres y mujeres, respeto mutuo y consentimiento.
Laura prestaba mucha atención mientras tomaba notas en su libreta. De repente, recordó el mapa que llevaba enrollado bajo el brazo y tuvo una idea brillante.
—"Chicos" , dijo emocionada Laura -, ¡tengo una sorpresa para ustedes! Tenemos un mapa del cuerpo humano y podemos usarlo para aprender más sobre ESI". Los ojos de los niños se iluminaron al escuchar eso. Todos se acercaron a Laura y la rodearon con curiosidad.
"Aquí, en el mapa, podemos ver todas las partes de nuestro cuerpo", explicó Laura mientras desenrollaba el mapa en el suelo. "Cada uno de nosotros puede señalar una parte y decir cómo se llama. ¿Qué les parece?".
Los niños estaban emocionados y comenzaron a señalar las diferentes partes del cuerpo: cabeza, brazos, piernas, manos, pies, nariz, boca y mucho más. Laura los alentaba y les daba información adicional sobre cada parte que señalaban. La profesora estaba feliz de ver cómo sus alumnos aprendían de manera divertida e interactiva.
La asamblea sobre ESI no solo fue educativa sino también inspiradora para todos ellos. Después de la asamblea, los niños volvieron a su salón de clases con una sonrisa en sus rostros.
Aunque Laura no había podido dar su clase planeada ese día, entendió que siempre hay oportunidades para enseñar y aprender cosas nuevas. Desde aquel día, Laura incorporó actividades relacionadas con ESI en sus lecciones regulares.
Descubrió que podía enseñarles a sus alumnos sobre respeto mutuo, consentimiento y cuidado del cuerpo mientras seguían aprendiendo matemáticas o lengua. Y así fue como la profesora Laura encontró una forma creativa e inspiradora de educar a sus alumnos sobre temas importantes como la Educación Sexual Integral.
Siempre recordaría aquel día donde dejó atrás su clase planeada pero ganó una lección valiosa sobre la importancia de adaptarse y aprovechar cada oportunidad para enseñar.
FIN.