Arcoíris y la amistad del bosque
Había una vez un hermoso unicornio llamado Arcoíris, que vivía en un bosque encantado rodeado de flores y árboles mágicos.
A pesar de la belleza del lugar, Arcoíris se sentía triste y solitario, ya que no tenía ningún amigo con quien compartir sus días. Un día decidió salir a caminar por el bosque para encontrar a alguien con quien hablar. Fue entonces cuando encontró a Mora, una pequeña mariposa de colores brillantes que estaba descansando en una flor.
- Hola amiguita - dijo Arcoíris acercándose a ella - ¿Cómo te llamas? - Me llamo Mora - respondió la mariposa sonriendo - ¿Y tú quién eres? - Soy Arcoíris, el unicornio más solitario del bosque - dijo tristemente.
- No tienes por qué estar solo, podemos ser amigos - le dijo Mora dulcemente. Desde ese día, los dos amigos se convirtieron inseparables. Juntos exploraban el bosque y jugaban en las praderas llenas de flores.
Arcoíris había encontrado finalmente lo que tanto anhelaba: compañía y felicidad. Un día mientras paseaban por el bosque, vieron a unos animalitos que estaban siendo atacados por un malvado zorro. Sin pensarlo dos veces, los amigos corrieron para ayudarlos.
Gracias a su valentía lograron salvarlos y ahuyentar al zorro. Los animalitos les dieron las gracias emocionados y les dijeron:- ¡Ustedes son verdaderos héroes! Gracias por salvarnos. Desde ese día, Arcoíris y Mora se convirtieron en los protectores del bosque.
Juntos cuidaban de todos los habitantes y aseguraban que el lugar fuera un hogar seguro para todos. Con el tiempo, más amigos se unieron a su causa.
Los animales del bosque reconocían la bondad de Arcoíris y Mora, y querían ser parte de su grupo. Arcoíris estaba feliz porque había encontrado una familia en sus amigos del bosque.
Ya no era el unicornio solitario que vagaba sin rumbo por el bosque, ahora tenía un propósito: proteger a sus amigos y hacerlos felices. Y así fue como Arcoíris encontró la verdadera felicidad gracias a la amistad sincera de Mora y al amor que sentía por sus amigos del bosque.
FIN.