Ardilla Costilla y el Tesoro Escondido

Había una vez en el bosque de Roblegrande, una pequeña ardilla llamada Costilla. Ardilla Costilla era valiente, intrépida y siempre estaba en busca de aventuras.

Un día, mientras jugaba con sus amigos en el claro del bosque, Ardilla Costilla tropezó con un viejo mapa. El mapa mostraba un camino hacia el tesoro escondido del bosque. -¡Wow! Este mapa nos llevará a un tesoro secreto, chicos. ¿Qué les parece si vamos en busca de aventuras? – propuso emocionada Ardilla Costilla.

-¡Sí! Será genial – exclamaron sus amigos animados. Juntos, se prepararon para emprender su búsqueda. El bosque estaba lleno de desafíos: ríos caudalosos, montañas escarpadas y cuevas oscuras.

Sin embargo, con valentía y determinación, Ardilla Costilla y sus amigos superaron cada obstáculo. Finalmente, llegaron al lugar indicado en el mapa. Allí, encontraron una vieja caja de madera, cubierta de musgo y hojas. Al abrirla, descubrieron un tesoro de bellotas de oro y piedras brillantes.

-¡Increíble! ¡Lo logramos! – exclamó emocionada Ardilla Costilla. -¡Fue una gran aventura! – dijo uno de sus amigos. En ese momento, Ardilla Costilla se dio cuenta de algo importante.

-Amigos, este tesoro es maravilloso, pero lo más valioso de todo es la amistad y el compañerismo que compartimos en esta aventura. El verdadero tesoro está en tener amigos valientes y leales como ustedes. Desde ese día, Ardilla Costilla y sus amigos guardaron el tesoro en secreto, pero nunca olvidaron el verdadero valor de la amistad.

Juntos, continuaron explorando el bosque y viviendo nuevas aventuras, siempre recordando que la amistad es el tesoro más valioso de todos.