Ardilla Verde, la líder constructora


Había una vez en el bosque un grupo de ardillas muy simpáticas y juguetonas. Todas ellas compartían la misma pasión: recolectar nueces para el invierno. Pero entre todas las ardillas, había una que se destacaba por su peculiaridad.

Esta ardilla tenía un pelaje de color verde brillante y unos ojos enormes de color rosa que brillaban como diamantes al sol. Además, siempre estaba cantando mientras recogía sus nueces.

Las otras ardillas se burlaban de ella por ser tan diferente, pero ella no les prestaba atención. Un día, mientras recolectaba nueces junto a sus amigas, notó algo extraño en el aire. Un fuerte viento soplaba con fuerza y las ramas de los árboles crujían peligrosamente.

De repente, un rayo cayó sobre uno de los árboles más grandes del bosque y lo hizo caer al suelo con estruendo. Las ardillas entraron en pánico y empezaron a correr desesperadas en busca de refugio.

Pero nuestra pequeña ardilla peculiar sabía exactamente qué hacer: recordó algo que había leído en un libro sobre supervivencia en la naturaleza. "¡Chicas! -gritó-. ¡Tenemos que construir un refugio!"Las otras ardillas la miraron asombradas e incrédulas.

"¿Estás loca? ¿Cómo vamos a hacer eso?"Pero nuestra pequeña heroína no se dio por vencida. Con paciencia y determinación, explicó cómo construir una estructura segura utilizando ramitas y hojas secas para protegerse del frío e incluso del agua si llovía.

Las demás ardillas, sorprendidas por su conocimiento y habilidad, decidieron seguir sus instrucciones. Así que juntas construyeron un refugio seguro y caliente para pasar la noche.

La pequeña ardilla peculiar se convirtió en la líder del grupo gracias a su valentía y sabiduría. A partir de ese día, las otras ardillas empezaron a valorarla más y comprendieron que ser diferente no es algo malo, sino una oportunidad para aprender cosas nuevas y hacer las cosas de manera diferente.

Y así fue como nuestra pequeña heroína se convirtió en la líder de un grupo unido y fuerte de ardillas que trabajaban juntas para sobrevivir en el bosque.

Moraleja: No importa cuán diferentes seamos, siempre podemos aprender unos de otros si nos abrimos a escuchar y compartir nuestras habilidades únicas.

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