Arlen, la Princesa del Bosque Encantado



Había una vez, en un reino lejano, una princesa llamada Arlen. Era conocida en todo el reino por su belleza, su amabilidad y su ternura. No solo era hermosa por fuera, sino que su corazón también brillaba con luces mágicas de amistad y cariño que iluminaba todo a su alrededor.

Un día, Arlen decidió que quería conocer más sobre su reino y hacer felices a aquellos que vivían en el bosque. -“Voy a hacer un picnic y llevar algo de comida para mis amigos animales,”- se dijo mientras llenaba su cestita de mimbre.

Al llegar al bosque, Arlen se encontró con un grupo de animales que la miraban con curiosidad. -“¡Hola, amigos! ¿Quieren unirse a mí para un picnic? ”- preguntó con una sonrisa radiante. Los animales, encantados, comenzaron a acercarse. Pero justo en ese momento, un gran estruendo interrumpió la alegría.

Delante de ellos apareció un enorme dragón, con escamas brillantes como el oro. -“¿Qué hacen aquí en mi bosque? ”- rugió. Los animales temblaron de miedo, pero Arlen, sin asustarse, se acercó al dragón. -“Hola, amigo dragón. Mi nombre es Arlen y veníamos a compartir un picnic. ¿Te gustaría unirte? ”- sugirió con ternura.

El dragón se quedó sorprendido. -“¿Un picnic? Nunca he ido a uno,”- contestó, algo confundido.

Arlen lo invitó a sentarse y comenzó a compartir su comida. -“Estos son sándwiches de frutas, ¿te gustaría probar? ”- le ofreció. Al dragón le brillaron los ojos y aceptó. Pronto, se fue deshaciendo de su furiosa apariencia y empezó a sonreír. -“¡Esto está delicioso! Nunca había probado algo tan rico,”- dijo con alegría.

Mientras disfrutaban del picnic, Arlen le contó al dragón sobre su vida en el castillo, sobre los reinos lejanos y las aventuras que siempre había soñado vivir. -“A veces, tenemos prejuicios sobre otros solo porque son diferentes. ¿Nunca pensaste en cómo te verían los demás si sólo supieran que te gusta comer sándwiches? ”-

El dragón dejó escapar una gran risa. -“Tienes razón, siempre me han visto como un monstruo feroz, pero solo quiero tener amigos,”- confesó con tristeza.

Arlen, observando el brillo en sus ojos, se le ocurrió una idea. -“¡Podrías venir a visitarme al castillo! Te presentaré a todos como el Dragón Amistoso.”- El dragón se quedó perplejo. -“¿Yo, un dragón, en un castillo? ”-

- “Sí, pero tendrás que aprender un poco sobre cómo hacer amigos. Primero, debemos practicar algunas cosas.”- Arlen sonríe, emocionada por el desafío que se presentaba.

A partir de entonces, Arlen y el dragón comenzaron a practicar juntos. Arlen le enseñó a compartir, a escuchar a los demás y a ofrecer ayuda. Por las noches, él volaba sobre el castillo y Arlen lo saludaba desde el jardín. Los habitantes del castillo comenzaron a ver al dragón no como un monstruo, sino como un amigo.

Un día, en el gran festival del reino, Arlen presentó al dragón. -“¡Quiero que todos conozcan a mi nuevo amigo, el Dragón Amistoso! ”- gritaron con emoción. Todos miraban, perplejos, al dragón que, nervioso pero entusiasmado, comenzó a tomar vuelo sobre sus cabezas.

Toda la gente aplaudía y el dragón empezó a sonreír. -“Nunca pensé que esto podría suceder,”- dijo mientras descendía suavemente. La música comenzó a sonar, y Arlen lo invitó a bailar.

La alegría del dragón se multiplicó al ver que poco a poco todos comenzaron a aceptarlo, recordando así que la verdadera amistad no conoce barreras, ni prejuicios. -“Gracias, Arlen, por mostrarme la luz de la amistad,”- le dijo.

Mucha gente se acercó para conocerlo y se dio cuenta de que no tenía miedo, sino que era un compañero encantador. Desde entonces, Arlen y el Dragón Amistoso vivieron juntos muchas aventuras, demostrando cómo, a través de la amistad, el mundo puede volverse un lugar mejor para todos.

Y así, Arlen, la princesa hermosa, amigable y tierna, enseñó a todos que no importa cómo se vea alguien, lo importante es el corazón.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!