Arnau, el alumno ejemplar



Había una vez en la escuela de Villa Lata, un pequeño niño llamado Arnau que siempre hacía malas contestaciones en clase. Siempre estaba distraído, no prestaba atención a la maestra y se burlaba de sus compañeros.

Un día, la maestra, cansada de su actitud, decidió hablar con él después de clases.

"Arnau, ¿por qué siempre haces malas contestaciones en clase? No te das cuenta de que estás perdiendo la oportunidad de aprender y divertirte con tus amigos?" -preguntó la maestra con voz preocupada. Arnau bajó la mirada avergonzado y murmuró: "No sé, maestra. A veces me aburro en clase y prefiero hacer chistes para divertirme".

La maestra le sonrió comprensiva y le dijo: "Arnau, entiendo que a veces las clases pueden ser aburridas, pero es importante prestar atención y respetar a tus compañeros y a mí. Todos estamos aquí para aprender juntos". Arnau reflexionó sobre las palabras de su maestra esa noche en casa.

Se dio cuenta de que había estado actuando mal y decidió cambiar su actitud en clase al día siguiente.

Al llegar a la escuela al día siguiente, Arnau se sentó atento en su pupitre y prestó atención a cada palabra que decía la maestra. Participaba activamente en las actividades escolares y ayudaba a sus compañeros cuando lo necesitaban. Sus compañeros notaron el cambio en Arnau y pronto se convirtió en uno de los mejores alumnos de la clase.

La maestra también estaba impresionada por su transformación. Al final del año escolar, Arnau recibió un premio por su progreso académico y por ser un ejemplo para todos sus compañeros. Estaba muy feliz y orgulloso de sí mismo.

Desde ese día, Arnau entendió que prestar atención en clase y respetar a los demás era fundamental para crecer como persona. Y así, siguió siendo un excelente alumno durante toda su vida escolar.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado con Arnau convertido en el mejor alumno del colegio gracias a su cambio de actitud.

FIN.

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