Atrapados juntos

Había una vez una casa muy especial donde vivían una mamá y su hijo. La casa era pequeña pero acogedora, con paredes de colores brillantes y un jardín lleno de flores.

La mamá y el hijo eran muy unidos y se querían mucho. Un día, mientras la mamá estaba cocinando en la cocina, el hijo decidió jugar a las escondidas. Corrió por toda la casa buscando el mejor lugar para esconderse.

Finalmente encontró un armario grande donde cabía perfectamente. La mamá terminó de cocinar y notó que su hijo no estaba en ningún lado. Empezó a buscarlo por toda la casa, pero no lo encontraba por ninguna parte.

Estaba empezando a preocuparse cuando escuchó unos ruidos extraños provenientes del armario.

Se acercó al armario y le preguntó: "-¿Hijo estás ahí adentro?"- El niño respondió: "-Sí mamá estoy aquí"- Pero para sorpresa de ambos, al tratar de abrir la puerta del armario descubrieron que ésta se había trabado ¡y no podían abrirla! La mamá intentó todo lo que pudo para abrir la puerta del armario pero nada funcionaba. Entonces tuvo una idea: recordó que tenía un amigo carpintero que podría ayudarla a arreglarla.

Así fue como llamaron al amigo carpintero quien llegó rápidamente para ver qué podía hacer con la puerta del armario.

Después de varios minutos tratando de solucionar el problema, finalmente logró abrirlo ¡y rescatar al niño sano y salvo! Desde ese día, la mamá y el hijo aprendieron que era importante ser cuidadosos al jugar y que siempre debían tener en cuenta su seguridad. También aprendieron la importancia de pedir ayuda cuando se encontraran en una situación difícil.

A partir de entonces, la casa se convirtió en un lugar más seguro para ellos, y siempre recordaban esa aventura como una lección valiosa que les enseñó a ser más precavidos y confiar en los demás cuando necesitaban ayuda.