Atrapados por el Huaico
La familia Pérez vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Un día, mientras la mamá cocinaba y el papá arreglaba la casa, los dos hijos mayores, Juan y Sofía, salieron a jugar cerca del río.
De repente, empezó a llover muy fuerte y las aguas del río comenzaron a subir cada vez más. Los niños intentaron regresar a casa pero se encontraron con un huaico que bloqueaba su camino.
Asustados, buscaron refugio en un árbol cercano y esperaron a que pasara la tormenta. Mientras tanto, sus padres no podían salir de la casa porque el agua ya había inundado todo alrededor de ellos.
Desesperados por encontrar a sus hijos, pidieron ayuda a los vecinos para buscarlos. Después de varias horas buscando bajo la lluvia torrencial, finalmente encontraron a Juan y Sofía en el árbol donde habían encontrado refugio. Estaban mojados y asustados pero ilesos gracias al árbol que los había protegido del huaico.
La familia fue llevada hacia un lugar seguro donde recibieron atención médica y comida caliente. Fue una experiencia muy difícil para todos pero también les enseñó algo importante: siempre deben estar preparados ante situaciones imprevistas como ésta.
"¡Qué susto nos hemos llevado!", dijo la mamá mientras abrazaba fuertemente a sus hijos. "Sí mami", respondió Juan temblando aún por el frío. "Pero aprendimos que debemos tener siempre un plan B. "—"Exactamente" , dijo el papá asintiendo.
"Nunca sabemos cuándo puede pasar algo así, por eso siempre debemos tener un plan alternativo para estar preparados. "La familia regresó a su hogar con una nueva perspectiva de la vida y un aprendizaje valioso.
A partir de entonces, se aseguraron de tener siempre una mochila de emergencia lista con agua, comida y ropa abrigada en caso de que tuvieran que salir corriendo.
A pesar del susto que pasaron, la familia Pérez estaba contenta de estar juntos y seguros gracias a la solidaridad y el apoyo de los vecinos. Y recordaban cada día lo importante que es estar preparados para cualquier situación imprevista.
FIN.