Aurelio, el león gorila



En lo profundo de la selva africana, nació un pequeño león llamado Aurelio. Sin embargo, a diferencia de otros cachorros, Aurelio no tuvo la suerte de ser aceptado por su familia.

Al contrario, al verlo diferente a ellos, lo rechazaron sin compasión. Aurelio se sintió triste y abandonado. Caminó solo por la selva hasta que una familia de gorilas lo encontró.

Los gorilas, al verlo tan pequeño y desvalido, decidieron cuidarlo y criarlo como si fuera uno más de ellos. Los días pasaron y Aurelio creció fuerte y sano gracias al amor y los cuidados de los gorilas. Pero a medida que crecía, comenzaba a notar las diferencias entre él y su familia adoptiva.

Tenía una melena majestuosa que resaltaba entre el pelaje oscuro de los gorilas, sus rugidos eran potentes y su forma de andar era ágil como la de un león.

Aurelio sabía que era un león en el cuerpo de un gorila. Temía revelar su verdadera identidad porque temía ser rechazado nuevamente. Así que guardó celosamente su secreto y actuaba como uno más de la familia gorila.

Un día, mientras jugaba con los jóvenes gorilas en la selva, escuchó unos rugidos familiares a lo lejos. Eran unos leones que se acercaban rápidamente hacia donde estaba él.

Los demás gorilas se asustaron e intentaron esconderse, pero Aurelio sintió una extraña emoción al pensar que podría encontrarse con otros leones. Cuando los leones llegaron al claro donde estaban los gorilas, todos quedaron sorprendidos al ver a Aurelio entre ellos.

El líder de los leones se acercó lentamente a él y le preguntó:"¿Qué haces aquí entre estos gorilas?"Aurelio respiró hondo y decidió ser sincero:"Soy un león adoptado por esta maravillosa familia de gorilas. Me criaron y me cuidaron cuando mi propia familia me rechazó.

"El líder de los leones miró a Aurelio con comprensión en sus ojos y dijo:"Eres valiente por haber sobrevivido solo en la selva siendo tan joven. Aunque no seas uno de nosotros biológicamente hablando, tienes el coraje y el espíritu noble digno de un verdadero león.

"Los demás leones asintieron en señal de aceptación hacia Aurelio. A partir de ese momento, él supo que no importaba quiénes fueran sus padres biológicos; lo importante era cómo vivía su vida y qué tipo de persona (o animal) quería ser.

Aurelio decidió quedarse con los dos grupos: visitaría regularmente a sus amigos gorilas pero también pasaría tiempo con sus nuevos amigos leones. Descubrió que podía amar a ambos grupos por igual sin tener miedo del rechazo.

Y así, el valiente León Aurelio enseñó una gran lección sobre aceptación e inclusión tanto a animales como a humanos en toda la selva africana.

FIN.

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