Autenticidad Gana Corazones


Había una vez un chico llamado Andrés, que asistía a la escuela primaria. Él era un niño muy curioso y siempre estaba buscando nuevas aventuras.

Pero había algo en lo que Andrés pensaba constantemente: Gabriela, la chica más bonita de su clase. Andrés no sabía cómo hablarle a Gabriela o cómo acercarse a ella sin ponerse nervioso. Así que decidió pedirle consejos a su mejor amigo, Martín. "Martín, necesito tu ayuda", dijo Andrés con timidez.

"¿Qué pasa, amigo?", preguntó Martín con una sonrisa. "Me gusta mucho Gabriela, pero no sé cómo hablarle. ¿Cómo puedo hacer para acercarme a ella?".

Martín reflexionó por unos momentos antes de responder:"Mira, lo importante es ser tú mismo y tratarla como si fuera cualquier otra persona. No te pongas nervioso porque eso solo hará las cosas peores". Andrés tomó el consejo de su amigo y decidió intentarlo.

En el recreo del día siguiente se acercó a Gabriela y le habló sobre sus intereses en común. Para sorpresa de Andrés, Gabriela también estaba interesada en los mismos temas que él y comenzaron una conversación animada e interesante.

A partir de ese día, Andrés y Gabriela se convirtieron en buenos amigos e incluso comenzaron a trabajar juntos en proyectos escolares. Mientras trabajaban juntos, aprendieron sobre cooperación y respeto mutuo.

Pero justo cuando todo parecía ir bien para Andrés y Gabriela, ocurrió algo inesperado: llegó un nuevo estudiante al salón llamado Tomás, quien también se interesó en Gabriela. Andrés comenzó a sentir celos y se preocupó de que Gabriela pudiera elegir a Tomás en lugar de él.

Pero Martín le recordó su propio consejo: "Sé tú mismo y no te pongas nervioso". Así que Andrés decidió seguir adelante siendo amable con Gabriela como siempre lo había sido. Y para sorpresa de todos, Gabriela eligió a Andrés como su compañero para el proyecto final del año escolar.

La experiencia enseñó a Andrés una valiosa lección: ser uno mismo es la mejor manera de ganarse la confianza y el respeto de los demás.

Y aunque las cosas no siempre salen exactamente como uno quiere, si se mantiene fiel a sí mismo, todo terminará bien. Desde entonces, Andrés continuó siendo un niño curioso y aventurero, pero ahora también era un buen amigo y un gran compañero para trabajar en equipo.

Y gracias al consejo de Martín, logró conquistar el corazón de Gabriela sin perder su autenticidad.

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