Aventura en el Bosque Mágico
Había una vez un bosque encantado donde vivían varios personajes peculiares: PALO, un árbol sabio; GUSANO, un pequeño y curioso gusano; BRUJA, una hechicera amistosa; y SAPO, un sapo amante de la música.
Un día, GUSANO le dijo a PALO:
- ¡Hola, PALO! Me siento curioso por el otro lado del bosque. ¿Qué crees que hay allí?
PALO, que siempre tenía buenos consejos, respondió:
- Siempre es bueno explorar, GUSANO, pero recuerda que no todo lo que brilla es oro. Hay que ser cautelosos.
GUSANO, lleno de entusiasmo, decidió emprender su aventura. Mientras avanzaba, se encontró con BRUJA, que estaba recolectando ingredientes para una poción especial.
- ¡Hola, BRUJA! Estoy viajando al otro lado del bosque. ¿Quieres acompañarme?
- Claro que sí, GUSANO. Pero no olvides que algunas criaturas no son tan amigables como parece. Debemos ser astutos.
Juntos se adentraron más en el bosque y llegaron a un claro donde SAPO estaba tocando su guitarra. Al verlos, SAPO sonrió y dijo:
- ¡Hola, amigos! ¿A dónde van tan emocionados?
- Vamos al otro lado del bosque, SAPO. ¿Te gustaría unirte?
- ¡Por supuesto! La música siempre puede alegrar un viaje.
Los tres amigos continuaron su travesía y, mientras lo hacían, se encontraron con un puente custodiado por una serpiente gigante.
- ¡Alto! – dijo la serpiente – solo podrán cruzar si me traen algo brillante y hermoso.
GUSANO se preocupó:
- ¿Y qué podemos encontrar que le guste a la serpiente?
BRUJA pensó un momento y dijo:
- Tal vez podamos usar la magia que tengo para hacer algo especial.
Usando sus poderes, BRUJA hizo florecer una hermosa flor dorada que brillaba con el sol. La serpiente quedó maravillada.
- ¡Eso es perfecto! – exclamó la serpiente – Bienvenidos a cruzar el puente.
Cruzar el puente fue emocionante, pero al otro lado encontraron un laberinto de arbustos.
- ¿Cómo podemos salir de aquí? – se preguntó GUSANO.
PALO, desde su conocimiento de la naturaleza, sugirió:
- Simplemente sigamos la dirección de la luz. ¡Siempre habrá un camino que nos guíe!
Siguiendo la luz del sol, lograron salir del laberinto. Al final del camino, se toparon con una gran cueva llena de tesoros, pero también había un antiguo dragón que custodiaba todo.
- ¿Por qué deberían yo dejar que se lleven mis tesoros? – rugió el dragón.
SAPO, valiente, se adelantó y dijo:
- Venimos en paz, amigo dragón. No queremos robar ni dañar. Solo buscamos aprender y vivir una nueva aventura.
El dragón, sorprendido por la valentía de SAPO, decidió hacer una prueba:
- Si pueden resolver mi acertijo, podrán llevarse un tesoro. ¿Qué tiene dos alas y vuela, pero no es un ave?
GUSANO, con su curiosidad, exclamó:
- ¡Es una mariposa!
El dragón sonrió y, al darse cuenta de su honestidad y conocimiento, permitió que se llevaran un tesoro. Lo que decidieron llevar no fueron joyas, sino una valiosa semilla de árbol que podría cambiar el bosque para siempre.
- Esta semilla representa la amistad y el conocimiento. Plantémosla en nuestro bosque y será un símbolo de nuestra aventura – dijo PALO.
Los amigos regresaron a su bosque, plantaron la semilla y esperaron con paciencia. Con el tiempo, creció un majestuoso árbol que fue hogar para muchos y un lugar de encuentro para todos los habitantes del bosque.
- ¡Lo logramos! – gritó GUSANO.
- Nunca debemos olvidar que las verdaderas riquezas son la amistad y el conocimiento que compartimos – agregó BRUJA mientras sonreía.
Y así, el bosque se llenó de risas y música, y todos vivieron felices por siempre.
Moraleja: La verdadera aventura no está solo en el destino, sino en el camino que recorremos con amigos y en las riquezas que compartimos juntos.
FIN.