Aventura en la Ciudad Fantasma



En un día soleado, Mateo, un nene de piel morena, estaba emocionado porque finalmente había terminado sus tareas y podía jugar en su computadora. Mientras tanto, Sofía, una nena pequeña, escuchaba música alegre en su habitación. De repente, un rayo cayó del cielo y la electricidad se cortó en toda la ciudad. Mateo y Sofía se miraron sorprendidos y asustados.

Sin luz, Mateo decidió salir a buscar ayuda. Cautelosamente, caminó por las calles desiertas hasta que vio una luz tenue que provenía de una antigua feria abandonada. Intrigado, se acercó, pero cuando intentó entrar, la puerta se cerró de golpe. Mateo, valiente y curioso, decidió adentrarse en la feria, sin saber lo que le esperaba.

En el interior de la feria, Mateo se encontró con un espectáculo escalofriante: juguetes retorcidos que cobraban vida, risas siniestras y una neblina extraña que le impedía ver claramente. Asustado, Mateo recordó lo que había aprendido en la escuela sobre el valor y la resiliencia. Decidió enfrentar sus miedos y buscar una manera de salir de allí.

Mientras tanto, Sofía, preocupada por Mateo, decidió salir a buscarlo. Sin pensarlo dos veces, se adentró en las misteriosas calles de la ciudad. Con su valentía y su determinación, encontró la feria y se unió a Mateo en su aventura. Juntos, buscaron pistas, resolvieron acertijos y se apoyaron mutuamente en los momentos difíciles.

Finalmente, los valientes niños descubrieron que la feria estaba encantada por un antiguo mago que buscaba compañía. Con astucia e ingenio, lograron liberar al mago de su soledad y recuperar la luz en la ciudad. La feria volvió a la vida y los habitantes agradecidos celebraron la valentía de Mateo y Sofía.

Después de esa noche, Mateo y Sofía aprendieron que, aunque el miedo puede ser aterrador, siempre hay una manera de superarlo con valentía, astucia y trabajo en equipo.

FIN.

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