Aventura en la Estación de Tren



Era una tarde soleada en la estación de tren cuando de repente el cielo se oscureció y comenzaron a caer grandes gotas de lluvia. En ese momento, una mamá con su hijo esperaban el tren para visitar a la abuela.

"¡Mamá, miren todas esas nubes! ¿Crees que va a llover?" - preguntó el pequeño emocionado. La mamá miró al cielo con preocupación y tomó la mano de su hijo, "Sí, parece que se avecina una tormenta.

Vamos a buscar refugio en la estación mientras esperamos el tren." Justo cuando entraron a la estación, un trueno retumbó y el sonido de la lluvia golpeando el techo metálico los envolvió.

El niño se aferró a la mano de su mamá, un poco asustado. "Tranquilo, mi amor. Las tormentas pueden ser aterradoras, pero también son especiales. Nos dan la oportunidad de apreciar la fuerza de la naturaleza y enseñarnos a ser valientes", consoló la mamá.

Para distraerlo, la mamá comenzó a contarle historias sobre la lluvia y los truenos. Habló de cómo la lluvia ayudaba a crecer a las plantas y cómo los truenos eran como el rugido de un león.

El niño se sorprendió y empezó a ver la tormenta de una manera distinta. De repente, un corte de electricidad sumió la estación en la oscuridad. El niño se asustó, pero la mamá sacó un pequeño farol que llevaba en su bolso y lo encendió.

"¡Mira, mamá! ¡Es como una aventura!" exclamó el niño emocionado. Justo en ese momento, el tren se aproximaba a la estación y la mamá y su hijo corrieron bajo la lluvia para abordarlo.

Cuando finalmente se acomodaron en sus asientos, el niño sonrió y le dijo a su mamá, "Gracias por convertir la tormenta en una aventura, mamá. Ahora ya no me dará miedo." La mamá le dio un beso y le susurró, "Siempre hay luz, incluso en las tormentas más oscuras."

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!