Aventura en la selva

Había una vez tres amigos llamados Juan, Ana y Pedro que decidieron adentrarse en la selva para hacer una excursión. Llevaban consigo todo lo necesario para sobrevivir: comida, agua, ropa y carpas.

Después de caminar durante horas, encontraron una cabaña abandonada donde decidieron descansar. "Qué suerte encontrar esta cabaña", dijo Ana mientras se quitaba la mochila. "Sí, es mejor dormir aquí que en las carpas", respondió Pedro.

Mientras preparaban la cena, escucharon un ruido extraño afuera de la cabaña. Al salir a investigar, vieron que un oso se había metido en su campamento y estaba destrozando sus pertenencias. Asustados e indefensos ante el animal salvaje, corrieron hacia la cabaña para protegerse.

"¿Qué hacemos ahora?", preguntó Juan con voz temblorosa. "No podemos quedarnos aquí toda la noche", respondió Ana preocupada. Decidieron entonces intentar distraer al oso con los restos de comida y escapar por detrás de él.

Sin embargo, el plan falló cuando el animal se dio cuenta de lo que estaban haciendo y comenzó a perseguirlos. Los tres amigos corrieron desesperadamente por la selva hasta que llegaron a un precipicio sin salida.

Tristemente comprendieron que habían llegado a su final trágico cuando el oso los alcanzó y atacó ferozmente.

Aunque esta historia parece ser muy triste y dramática, tiene una enseñanza importante para todos nosotros: nunca subestimes los peligros de la naturaleza ni te aventures en lugares desconocidos sin tomar las precauciones necesarias. Además, es importante recordar que la unión hace la fuerza y que trabajar juntos puede salvar vidas.

A pesar de lo sucedido, Juan, Ana y Pedro serán recordados como héroes por haber luchado hasta el final para intentar sobrevivir. Y aunque ya no estén con nosotros, sus historias inspirarán a muchas personas a ser más responsables y cuidadosas al explorar nuevos lugares.