Aventura en la Selva Colombiana
En un pequeño pueblo de Colombia, vivía una niña llamada Sofía. Ella era curiosa y aventurera, siempre deseando explorar los rincones mágicos de la naturaleza que la rodeaban. Un día, mientras jugaba cerca de un arroyo, escuchó un susurro entre las hojas.
"¡Hola!" - dijo una voz suave.
Sofía, sorprendida, buscó entre las ramas y encontró a una pequeña rana de colores brillantes.
"¿Eres tú quien habla?" - preguntó Sofía, sin poder creer lo que veía.
"Sí, me llaman Rani. Soy la guardiana de este bosque. Este lugar está lleno de maravillas y secretos" - respondió la rana, brincando alegremente.
Intrigada, Sofia siguió a Rani hacia el corazón de la selva. Al caminar, vio loros multicolores volando y mariposas que danzaban a su alrededor.
"¿Por qué somos tan afortunados de vivir aquí?" - inquirió Sofía.
"Porque cada ser en esta selva tiene un propósito. Necesitamos cuidar de nuestro hogar" - dijo Rani, mientras guiaba a Sofía hacia un claro.
De repente, llegaran a un hermoso lago, cuyas aguas reflejaban los árboles y el cielo. Allí conocieron a Tico, un titi travieso que se columpiaba entre las ramas.
"¡Hola, amigos! ¿Saben que el agua de este lago está en peligro?" - exclamó Tico, preocupado.
"¿Por qué?" - preguntó Sofía.
"Los desechos de la gente están contaminando nuestro hogar. Si no hacemos algo, todo desaparecerá" - contestó Tico, mientras daba saltitos.
Sofía sintió que su corazón se llenaba de determinación.
"¡Debemos ayudar!" - dijo, mirando a sus nuevos amigos.
Rani asintió y dijo:
"Sí, pero no podemos hacerlo solos. Necesitamos el apoyo de todos los animales del bosque y de la comunidad del pueblo".
Así que Sofía, Rani y Tico comenzaron a planear un gran evento en el pueblo. Tararearon por semanas, entregando folletos y hablando con todos sobre la importancia de cuidar la naturaleza.
Finalmente llegó el día de la actividad. Los niños del pueblo, junto a Sofía y sus amigos, organizaron una feria con juegos, concursos y actividades sobre cómo cuidar el medio ambiente.
"¡Mirá, Sofía!" - dijo Tico señalando una mesa llena de cartas. "Los niños están escribiendo compromisos para cuidar la selva. ¡Esto es fantástico!".
Todos se unieron en un grito:
"¡Cuidemos nuestro hogar!".
Sofía se sintió muy feliz y emocionada. Durante la feria, recogieron basura, plantaron árboles y aprendieron sobre la fauna y flora colombiana.
"Esto es solo el comienzo, amigos. De ahora en adelante, todos vamos a cuidar nuestra selva. Juntos, podemos hacer la diferencia" - dijo Sofía con una gran sonrisa.
Los animales aplaudieron, y Rani agregó:
"Este bosque es nuestro hogar. Y con tu ayuda, podemos protegerlo y hacerlo brillar aún más".
A partir de ese día, el pueblo y el bosque formaron un lazo inquebrantable. Cada vez que Sofía iba a la selva, sabía que no solo estaba explorando, sino también cuidando de su asombroso hogar. Y así, Sofía aprendió que la naturaleza es un regalo valioso, y que todos, grandes y pequeños, tenemos un papel en su protección. El eco de sus risas y esfuerzos continuó resonando en el bosque, creando una conexión que perduraría por siempre.
Fin.
FIN.