Aventura en los esteros del Iberá



Ade, Mili y Ari estaban muy emocionadas porque iban a pasear por los esteros del Iberá, un lugar mágico lleno de vida y naturaleza. Mientras caminaban, se encontraron con un oso hormiguero que se rascaba en un tronco.

- ¡Miren, un oso hormiguero! - exclamó Ade emocionada. El oso hormiguero les mostró cómo buscaba hormigas con su largo hocico, y les contó que esas hormigas eran su comida favorita.

Luego, escucharon un ruido detrás de unas palmeras y vieron a un colorido guacamayo. - ¡Hola amiguito! ¿Cómo te llamas? - preguntó Mili con una sonrisa. El guacamayo les dijo que se llamaba Paco y que le encantaba volar entre las palmeras y el agua.

De repente, un ruido extraño los hizo girar la cabeza. Era un majestuoso yaguareté que se asomaba entre los árboles. - ¡Qué hermoso yaguareté! - exclamó Ari emocionada.

El yaguareté se acercó con cautela y les contó que era el rey de la selva y que su misión era proteger a todas las criaturas. Juntos, el oso hormiguero, el guacamayo y el yaguareté les mostraron a las niñas la importancia de cuidar y respetar a todas las especies que habitan en los esteros del Iberá.

A partir de ese día, Ade, Mili y Ari se convirtieron en guardianas de la naturaleza, compartiendo con otros niños la importancia de preservar el ecosistema y cuidar a todas las criaturas que lo habitan.

FIN.

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