Aventuras de los gatos maldriados



En un vecindario tranquilo, vivían Raya y Ceniza, dos gatos traviesos y maldriados que siempre estaban metiéndose en problemas. Su dueña, Ana, los adoraba, pero a veces no sabía cómo lidiar con sus travesuras.

Un día, mientras jugaban en el jardín, Raya y Ceniza vieron a un pajarito herido. - ¡Mira, Ceniza, ese pajarito necesita ayuda! -exclamó Raya preocupada. - No nos importa, ¿verdad? -respondió Ceniza con indiferencia.

Pero algo en la mirada triste del pajarito conmovió a Raya, y decidió que debían ayudarlo. Con esfuerzo, convenció a Ceniza de que juntos podían cuidar al pajarito hasta que estuviera sano. Durante días, Raya y Ceniza se dedicaron a cuidar al pajarito, dándole de comer, protegiéndolo y jugando con él.

Poco a poco, Ceniza fue sintiendo el cariño y la satisfacción de ayudar a un ser indefenso. Finalmente, el pajarito recuperó sus fuerzas y voló libre hacia el cielo.

Raya y Ceniza se sintieron felices y orgullosos de haber hecho algo bueno. A partir de ese día, los dos gatos maldriados aprendieron que ser amables y solidarios con los demás les traía alegría y satisfacción.

Desde entonces, se convirtieron en los gatos más cariñosos y atentos de todo el vecindario, llevando una vida llena de aventuras, pero con el corazón siempre dispuesto a ayudar a quienes lo necesitaran.

FIN.

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