Aventuras de Pachín y la araña mordelona

En un hermoso jardín vivía Pachín, un perro juguetón y curioso. Un día, mientras Pachín correteaba por el jardín, una araña mordelona se cruzó en su camino.

La pequeña araña, llamada Marina, estaba asustada y se defendió mordiendo a Pachín. El pobre perro comenzó a sentirse mal, con mucho dolor y fiebre. Sus amiguitos, los pájaros y las mariposas, lo vieron sufrir y rápidamente fueron en busca de ayuda.

- ¡Oh no, Pachín! ¿Qué te sucedió? -preguntó el pájaro cantor.

- Me mordió una araña, y ahora me siento muy mal -respondió Pachín con tristeza.

Los amigos animales, preocupados por su amigo, decidieron ir a ver al sabio búho del bosque. El búho, con su gran sabiduría, les explicó que la araña mordelona había actuado por miedo y que seguramente no había deseado lastimar a Pachín.

Los animales entendieron que, a veces, las acciones de otros pueden afectarnos sin que lo deseen. Decidieron buscar a Marina, la araña mordelona, para hablar con ella. La encontraron escondida entre las hojas, llorando y arrepentida por lo que había hecho.

- Marina, sabemos que actuaste por miedo, pero lastimaste a nuestro amigo Pachín. ¿Podemos ayudarte para que esto no vuelva a suceder? -le dijo la mariposa con comprensión.

Marina, con ojos llenos de lágrimas, prometió que jamás volvería a morder a nadie, y que trataría de superar su miedo a los grandes animales. Los animales, con gran ternura, le tendieron la patita a Marina y le prometieron brindarle su amistad y protección.

Pachín, aunque todavía débil, sonrió al ver a todos unidos en amistad. Los animales comprendieron que, a pesar de los errores, siempre es posible aprender y crecer juntos.

Días después, Pachín se recuperó por completo y Marina se había convertido en una gran amiga para todos los animales del jardín. Juntos aprendieron que la comprensión y el perdón pueden sanarlo todo, y que la amistad es el tesoro más valioso.