Aventuras de pensamiento crítico
Había una vez un perrito llamado Max, que era el mejor amigo de Lucas. Max era un perro muy curioso y siempre estaba atento a todo lo que sucedía a su alrededor.
Un día, mientras paseaban juntos por el parque, Lucas comenzó a explicarle los pasos del pensamiento crítico. - Max, ¿sabes qué es la observación? - preguntó Lucas. Max levantó sus orejas y movió la cola emocionado. Sabía que algo interesante estaba por venir.
- La observación es cuando prestamos atención a los detalles de las cosas que nos rodean - continuó Lucas -. Por ejemplo, podemos observar cómo se mueven las hojas de los árboles o cómo vuelan los pájaros en el cielo.
Max asintió con la cabeza y comenzó a mirar detenidamente todo lo que había a su alrededor. Observaba cada movimiento de las personas y animales en el parque. Después de un rato, Lucas le dijo:- Ahora vamos a hacer inferencias.
Esto significa sacar conclusiones basadas en lo que hemos observado. Max inclinó la cabeza confundido. - Tranquilo, te explico - dijo Lucas -.
Si vemos un charco en el suelo y está mojado, podemos inferir que ha llovido recientemente. Es como resolver un pequeño misterio usando pistas. Entonces Max entendió y empezó a hacer conexiones entre las cosas que había visto antes.
Se dio cuenta de que si veía una pelota tirada cerca del agua, eso significaba que alguien había estado jugando allí antes. Continuaron caminando por el parque cuando llegaron al lago. Lucas señaló el agua y dijo:- Ahora vamos a hacer una descripción. Esto significa explicar cómo son las cosas con palabras.
Max observó detenidamente el lago y luego ladro emocionado. - ¡El agua es azul y brillante! - dijo Lucas, siguiendo los pasos del pensamiento crítico -. También puedo ver los patitos nadando y las flores flotando en la superficie.
Max asintió felizmente. Había aprendido que describir algo era como pintar un cuadro con palabras. Más tarde, cuando volvieron a casa, Lucas decidió enseñarle a Max sobre comparación y clasificación. - Max, ¿sabes qué es comparar? - preguntó Lucas.
Max movió su cola rápidamente, emocionado por aprender algo nuevo. - Comparar es cuando comparamos dos o más cosas para encontrar similitudes o diferencias entre ellas - explicó Lucas -.
Por ejemplo, podemos comparar dos juguetes para ver cuál nos gusta más o cuál es más divertido de jugar. Max miraba atentamente los juguetes que tenía en su caja mientras Lucas hablaba. Luego comenzaron a clasificarlos según su tamaño y forma.
Los colocaron en grupos para tener todo ordenado. Por último, llegó el momento de aprender sobre relación y análisis. Lucas sacó una foto de él mismo junto a Max cuando eran cachorros y se la mostró al perrito.
- Max, esta foto muestra nuestra relación especial - dijo Lucas -, somos mejores amigos desde que éramos pequeños. Además, podemos analizar cómo hemos crecido juntos y cómo nos cuidamos mutuamente todos los días. Max lamió la cara de Lucas, demostrando su amor y cariño.
Había aprendido mucho sobre el pensamiento crítico, pero lo más importante era la relación especial que tenía con su mejor amigo. Desde ese día, Max siguió observando, inferiendo, describiendo, comparando, clasificando, relacionando y analizando todo a su alrededor.
Cada día se convertía en un perrito más inteligente y curioso. Y así fue como Max se convirtió en el perro más listo del vecindario y en el compañero perfecto para Lucas.
Juntos descubrieron que la amistad y el pensamiento crítico van de la mano para hacer de cada día una aventura llena de aprendizaje y diversión.
FIN.