Aventuras en el bosque
María y Pablo estaban emocionados de estar en el bosque, rodeados de árboles altos y hojas verdes. De repente, escucharon un ruido en los arbustos y, para su sorpresa, un mono curioso apareció saltando de rama en rama.
Los niños se quedaron maravillados. - ¡Mira, un mono! , exclamó María emocionada. El mono se acercó y les hizo gestos divertidos. Pablo extendió su mano, y el mono juguetonamente le tocó los dedos con los suyos.
De repente, un perro callejero apareció corriendo detrás de una mariposa. El perro se detuvo y miró a los niños con sus ojos brillosos. - ¡Hola amigo! , saludó María. El perro movió la cola feliz y se acercó.
Pero la sorpresa no terminó ahí, un gato negro salió de entre los arbustos y se acercó con curiosidad. - ¡Mirá, un gato! , dijo Pablo sorprendido. Los tres animales ahora rodeaban a María y Pablo, quienes no podían creer lo que estaba sucediendo.
Juntos, los cuatro amigos decidieron explorar el bosque. Marian y Pablo les contaron a los animales sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, respetar a todas las criaturas y trabajar juntos para mantener el bosque limpio y seguro.
A cambio, el mono, el perro y el gato les mostraron cómo trepar árboles, olfatear rastros y ser curiosos con precaución. Juntos, jugaron, aprendieron y se divirtieron. Al final del día, prometieron encontrarse de nuevo en el bosque para seguir aprendiendo juntos.
Los niños regresaron a casa con una valiosa lección: las diferencias no importan cuando hay amistad y respeto mutuo. Y así, María y Pablo vivieron muchas más aventuras en el bosque, siempre acompañados de sus amigos animales.
FIN.