Aventuras en el bosque
Había una vez una familia compuesta por papá, mamá, Tomás y Lucía, que decidieron pasar sus vacaciones acampando en un inmenso bosque. Empacaron sus mochilas con todo lo necesario: carpas, sacos de dormir, linterna, comida y mucha alegría.
Al llegar al bosque, se encontraron con árboles altísimos, ríos cristalinos y animales curiosos. -¡Miren qué hermoso lugar! -exclamó papá con emoción. -Sí, es increíble, ¡vamos a explorarlo! -dijo mamá emocionada.
Decidieron instalar su campamento al lado de un río y comenzaron a disfrutar de la naturaleza. Tomás y Lucía recogieron ramas para hacer una fogata, aprendieron a encenderla y asaron malvaviscos. Mientras tanto, papá y mamá armaron las carpas y organizaron el lugar.
Al caer la noche, se acurrucaron en sus sacos de dormir, contemplando las estrellas y contando historias. De repente, escucharon ruidos extraños en el bosque. -¿Qué será eso? -preguntó Lucía asustada. -Tranquila, deben ser los sonidos de los animales nocturnos, nada de qué preocuparse -respondió papá intentando calmarla.
Pero al amanecer, se dieron cuenta de que algo les faltaba: ¡la comida! Un lindo mapache había robado su provisión. -¡Oh no, qué haremos ahora! -exclamó mamá preocupada. Entonces, decidieron recorrer el bosque en busca de frutas y plantas comestibles.
Aprendieron a distinguir cuáles eran seguras y disfrutaron de una deliciosa comida improvisada. En medio de sus aventuras, se encontraron con un guardabosques que les enseñó a identificar huellas y rastros de animales.
Juntos, vivieron grandes emociones y aprendieron a cuidar el bosque. Al final de su viaje, la familia se llevó consigo no solo hermosos recuerdos, sino también una lección: la importancia de respetar y proteger la naturaleza.
Y así, cada vez que recuerdan su aventura en el bosque, agradecen por la maravillosa experiencia que vivieron juntos.
FIN.