Aventuras en el bosque de nunca jamás



Juan y Aria eran dos grandes amigos que decidieron adentrarse en el misterioso bosque de nunca jamás en busca de aventuras. El bosque estaba lleno de árboles altos y frondosos, con pequeñas luces brillantes que parpadeaban entre las ramas.

Aria, emocionada, exclamó: - ¡Este lugar es mágico, Juan! - Juan asintió con una sonrisa y respondió: - Sí, parece sacado de un cuento de hadas.

Mientras caminaban, se encontraron con un camino de piedras brillantes que los llevó a un claro en el bosque, donde descubrieron a un grupo de hadas jugando y riendo. Las hadas, al ver a los niños, las invitaron a jugar con ellas.

Juan y Aria se unieron a la diversión y pasaron horas riendo y volando entre los árboles. De repente, escucharon un ruido proveniente de un arbusto cercano. Con valentía, se acercaron y descubrieron a un pequeño mapache atrapado en una rama. Decidieron ayudarlo, trabajando juntos para liberarlo.

El mapache, agradecido, les mostró un camino secreto que los llevó a un hermoso lago en el corazón del bosque. Allí, conocieron a una familia de patos que les contó historias sobre la importancia de la amistad y el trabajo en equipo.

Al anochecer, mientras se preparaban para volver a casa, recordaron lo valioso que es explorar el mundo con curiosidad y respeto por la naturaleza.

Con el corazón lleno de alegría, regresaron a casa, sabiendo que siempre tendrían el recuerdo de su increíble aventura en el bosque de nunca jamás.

FIN.

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