Aventuras en el desierto de Atacama



Había una vez una pequeña lagartija llamada Anita, que vivía en el hermoso desierto de Atacama. Un día, mientras exploraba su entorno, Anita se distrajo persiguiendo una mariposa y terminó perdiéndose.

Sin saber qué dirección tomar, se encontró en medio de un paisaje desolado y se sintió asustada. "¡Oh no, me he perdido en el desierto!" exclamó Anita, con los ojos llenos de lágrimas. Pero en lugar de quedarse quieta y llorar, decidió buscar soluciones.

Decidió empezar a moverse en una dirección que le pareció la más adecuada y luego de un largo rato, divisó a lo lejos un oasis.

¡Era un hermoso lugar lleno de vida donde la naturaleza parecía florecer! Anita se sintió aliviada al encontrar un lugar seguro, pero también se dio cuenta de que necesitaba regresar a casa. Decidió hablar con los animales del oasis para pedirles ayuda. Un simpático zorro le sugirió que buscara al águila Susana, la reina del cielo.

Anita se llenó de valor y emprendió su camino para encontrar a Susana la águila. Después de un largo viaje, finalmente se encontró con ella. "¿Puedo ayudarte, pequeña lagartija?" le preguntó la imponente águila.

Anita le explicó su situación y la águila, con gentileza, aceptó llevarla de regreso a su hogar. Durante el viaje, Susana le contó a Anita sobre la importancia de prestar atención a su entorno y no perderse, pero también sobre la valentía que mostró al buscar ayuda.

Llegaron a salvo a casa, y Anita agradeció a Susana antes de despedirse. Desde ese día, Anita aprendió a ser más cuidadosa, pero también a no tener miedo de pedir ayuda cuando la necesitaba.

Y así, vivió emocionantes aventuras en el desierto de Atacama, siempre recordando lo importante que es ser valiente y pedir ayuda cuando sea necesario.

FIN.

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