Aventuras en el río del campo

Era pleno verano y la mamá de Nicolás y Julieta quería aprovechar el maravilloso clima para llevar a sus hijos a disfrutar de un día al aire libre, lejos de la ciudad.

Decidieron ir al campo, donde había un río cristalino y fresco. Al llegar, Nicolás y Julieta no podían contener su emoción al ver la naturaleza que los rodeaba. La mamá les explicó las reglas de seguridad y les recordó que debían cuidar el medio ambiente.

-Mamá, ¿podemos explorar por allá? - preguntó Nicolás señalando un sendero en el bosque. -Claro, pero no se alejen demasiado -respondió la mamá. Los niños pasaron la mañana descubriendo plantas, insectos y sonidos misteriosos.

Después del almuerzo, la mamá les enseñó a construir una balsa con palos y hojas, y juntos se aventuraron a navegar por el río. De repente, se toparon con un problema inesperado: la corriente los estaba llevando hacia una cascada. -¡Mamá, ayuda! -gritó Julieta angustiada.

La mamá mantuvo la calma y les indicó cómo remar en dirección opuesta. Aunque fue difícil, lograron salir ilesos. Al regresar a la orilla, los niños reflexionaron sobre la importancia de seguir las instrucciones y trabajar en equipo.

Esa noche, bajo un cielo estrellado, prometieron cuidar y respetar la naturaleza siempre.