Aventuras en Inglés


Era un soleado día en la escuela de Matías, Salomé, Violeta y Juan. Los cuatro amigos estaban emocionados porque tenían su primera clase de inglés con la maestra Laura.

Sin embargo, también se sentían un poco asustados porque no sabían qué esperar. Al llegar al salón de clases, encontraron a la maestra Laura sonriente y lista para comenzar. Les dio la bienvenida a todos y les dijo que el objetivo de esa clase era aprender inglés divirtiéndose.

"¡Hola chicos! Me alegra verlos aquí", dijo la maestra Laura con entusiasmo. "Hoy vamos a descubrir lo creativos que pueden ser al aprender un nuevo idioma".

Matías levantó tímidamente la mano y preguntó: "¿Cómo podemos ser creativos mientras aprendemos?"La maestra Laura explicó que podían usar su imaginación para crear historias en inglés, dibujar palabras nuevas o incluso inventar canciones divertidas para practicar el vocabulario. "Ahora es momento de ser valientes", continuó diciendo la maestra Laura.

"Vamos a hacer ejercicios de pronunciación en parejas". Salomé estaba nerviosa porque no se sentía segura hablando en otro idioma frente a sus compañeros.

Pero cuando le tocó practicar con Matías, se animaron mutuamente y se dieron cuenta de que juntos podían superar cualquier miedo. "¡Muy bien chicos! Ahora demuéstrenme lo graciosos que pueden ser", exclamó la maestra Laura con una sonrisa. Violeta hizo una mueca graciosa y todos soltaron una carcajada.

A partir de ese momento, se dieron cuenta de que aprender inglés también podía ser divertido. La maestra Laura continuó la clase y les enseñó nuevas palabras y frases. Les mostró cómo usar su inteligencia para relacionar el inglés con cosas que ya conocían en español.

"Recuerden chicos, también es importante ser generosos", dijo la maestra Laura mientras repartía hojas de ejercicios. "Ayúdense mutuamente y compartan sus conocimientos". Los cuatro amigos trabajaron juntos, ayudándose unos a otros cuando tenían dificultades.

Se dieron cuenta de que al compartir sus ideas e información, todos aprendían más rápido. Finalmente, la maestra Laura les recordó lo importante que era ser respetuosos con los demás idiomas y culturas.

"El inglés es solo una parte del mundo global en el que vivimos", explicó. "Al aprender otro idioma, estamos abriendo nuestras mentes a nuevas formas de pensar". Matías, Salomé, Violeta y Juan terminaron la clase sintiéndose geniales.

Habían descubierto su potencial para aprender un nuevo idioma y estaban emocionados por seguir practicando. A partir de ese día, los cuatro amigos se apoyaron mutuamente en su camino hacia el dominio del inglés.

Cada vez que se sentían asustados o inseguros, recordaban las lecciones valiosas que habían aprendido en esa clase: ser creativos, valientes, graciosos, inteligentes, generosos, respetuosos y geniales.

Y así fue como Matías, Salomé,Violeta y Juan descubrieron no solo el poder del inglés sino también el poder que tenían dentro de ellos mismos para enfrentar nuevos retos y convertirse en las mejores versiones de sí mismos.

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