Aventuras en la Huerta Orgánica



Había una vez un grupo de niños de tercer grado que estaban muy emocionados porque se acercaba la feria de ciencias de la escuela.

Decidieron trabajar en un proyecto que reflejara lo importante que es cuidar el medio ambiente, y así fue como surgió la idea de crear una huerta orgánica. Los niños se pusieron manos a la obra, investigando sobre cómo sembrar y cultivar frutas y verduras de manera natural.

Con la ayuda de sus profesores, prepararon la tierra, sembraron semillas y cuidaron de sus plantas con mucho amor. "¡Estoy emocionado! ¡Quiero plantar las zanahorias!" exclamó Lucía, mientras tomaba su pequeña pala y se dirigía hacia el lugar asignado para las hortalizas.

"Yo prefiero encargarme de las fresas, ¡son mis favoritas!" dijo Martín, con entusiasmo, acercándose a las macetas con tierra lista para sembrar. Los días pasaron y las plantas comenzaron a crecer. Los niños estaban fascinados al ver los brotes verdes asomando por la tierra.

Sin embargo, un día, descubrieron que algunas hojas tenían pequeños agujeros. "¡Oh no! ¿Qué le pasa a nuestras plantas?" preguntó Juan confundido. "Debe ser una plaga, tenemos que buscar una solución rápida" respondió Sofía alarmada.

Los niños investigaron y descubrieron que podían utilizar insectos beneficiosos y hacer repelentes naturales para cuidar sus plantas sin usar productos químicos. Trabajaron en equipo para combatir la plaga de manera ecológica y, poco a poco, lograron recuperar la salud de su huerta.

Llegó el día de la feria de ciencias y la huerta orgánica lucía hermosa. Los niños explicaron a los visitantes todo lo que habían aprendido y cómo habían superado el desafío de la plaga de manera natural.

Su proyecto fue todo un éxito y recibieron el reconocimiento de sus compañeros y maestros.

Desde ese día, la huerta orgánica se convirtió en un espacio de aprendizaje y cuidado del medio ambiente en la escuela, donde todos los niños podían disfrutar de la naturaleza mientras aprendían a cultivar sus propios alimentos de manera sostenible.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!