Aventuras en la nieve



Felipe y Malena eran dos hermanos muy unidos que vivían en un pequeño pueblo en las montañas de Argentina. En un hermoso día de invierno, después de una gran nevada, salieron a jugar en la nieve.

Emocionados, se pusieron sus abrigos, gorros y guantes, y salieron a explorar. "¡Miren todas estas huellas de animales en la nieve!" exclamó Felipe señalando las marcas dejadas por un zorro. Juntos siguieron las huellas, riendo y disfrutando del hermoso paisaje invernal.

De repente, Malena tropezó con una raíz cubierta de nieve y cayó al suelo. "¿Estás bien, Malena?" preguntó preocupado Felipe.

Malena se levantó con una sonrisa y le dijo: "Estoy bien, solo me resbalé un poco, ¡sigamos explorando!" Continuaron su aventura y encontraron un hermoso lago congelado. Decidieron patinar sobre el hielo y pasaron horas divirtiéndose. De regreso a casa, cansados pero felices, se dieron cuenta de que habían perdido el camino. "No reconocemos nada, ¿cómo vamos a volver?" preguntó Felipe con preocupación.

Malena miró a su alrededor y recordó que habían pasado junto a un gran árbol antes de llegar al lago. Usando su ingenio, lograron encontrar el camino de regreso gracias a las pistas que Malena recordó.

Finalmente, llegaron a salvo a casa, donde su mamá los esperaba con chocolate caliente. Esa noche, compartieron emocionados con su mamá todas las aventuras que habían vivido.

Desde entonces, Felipe y Malena aprendieron que la unión familiar y la astucia podían guiarlos incluso en situaciones complicadas, ¡y no veían la hora de vivir nuevas aventuras juntos en la nieve!

FIN.

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