Aventuras en la nieve con Santiago, Mariella y Natalie



Santiago, Mariella y Natalie estaban emocionados porque finalmente habían llegado las vacaciones de invierno. Decidieron aprovechar al máximo los días libres y planearon un montón de actividades divertidas. Una mañana, se levantaron temprano y salieron a jugar con bolas de nieve. Reían y corrían por el jardín, lanzándose las bolas entre ellos. "¡Mi turno! ¡Prepárense para recibir mi mega bola de nieve!" gritó Santiago, haciéndolos estallar en carcajadas.

Luego, decidieron ir a esquiar a las montañas cercanas. Santiago, que ya tenía experiencia en esquí, les enseñó a Mariella y Natalie los fundamentos básicos. "Inclina tus pies así y mantén el equilibrio", les explicaba mientras descendían por la pendiente. Aunque al principio fue un desafío, pronto estaban deslizándose por la nieve con destreza y alegría.

Después de un día agotador en la nieve, decidieron relajarse yendo al cine a ver una película. Se compraron pochoclos y gaseosas, y se acomodaron en sus asientos. La película los mantuvo atrapados en suspenso y emoción, pero cuando salieron del cine, se sorprendieron al encontrar que había caído mucha nieve. El frío era intenso, pero se abrazaron y se rieron mientras hacían muñecos de nieve en el estacionamiento.

A medida que las vacaciones llegaban a su fin, Santiago, Mariella y Natalie se dieron cuenta de que habían vivido momentos inolvidables juntos. Aprendieron a trabajar en equipo, a superar desafíos y a disfrutar de las pequeñas cosas. Aunque el frío a veces era difícil de soportar, encontraron calor en la amistad y en la diversión compartida. Sabían que, incluso cuando el invierno terminara, el recuerdo de esas aventuras en la nieve seguiría calentándolos en el corazón.

FIN.

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